Cuando Alberto Núñez Feijóo consigue su primera mayoría absoluta en Galicia (2009-2012), promulga en 2010 el decreto para el plurilingüismo en la enseñanza no universitaria. Había sido una de sus promesas en la campaña electoral: derogar el decreto del bipartito PSOE-BNG que regulaba el uso del gallego en la enseñanza. Más de una década después, los partidos a la izquierda del PSOE prometen que si llegan al gobierno, derogarán el decreto del plurilingüismo porque afirman, ha sido nefasto para la lengua gallega.
Y lo ha sido, constatan desde el BNG, porque los estudios sociolingüísticos sobre el estado del gallego dicen que sobre todo en los entornos urbanos, los más jóvenes ya no se relacionan en gallego. Lo conocen y pueden hablarlo, pero ya no es su lengua vehicular, es decir, que hay una ruptura en la transmisión de la lengua. Sin embargo, en el programa electoral del PP, explicitan claramente que el 96% de los alumnos gallegos afirman hablarlo bastante bien como para poder comunicarse con los demás. Para los populares no existe en Galicia un conflicto lingüístico, es más, afirman que Galicia es un ejemplo de convivencia entre castellano y gallego como consecuencia de un modelo integrador de las dos lenguas cooficiales en condiciones de igualdad. Los gallegos conocen las dos lenguas y escogen en libertad la que quieren para comunicarse.
Estatuto de Galicia
Para los nacionalistas este es un argumento irreal, casi ficticio, y lo que proponen es cumplir lo que dice el Estatuto de Galicia en el artículo 5 del Título Preliminar: "Los poderes públicos de Galicia garantizarán el uso normal y oficial de los dos idiomas y potenciarán la utilización del gallego en todos los órdenes de la vida pública, cultural e informativa, y dispondrán los medios necesarios para facilitar su conocimiento".
Se puede interpretar de la forma más laxa posible este artículo, pero lo que no explicita es lo que plantea el BNG: una oferta educativa completamente o principalmente en gallego, y ahí está el quid de la cuestión y el objeto de discusión permanente entre populares y nacionalistas del Bloque. El PSOE se mantiene en su programa electoral al margen de la diatriba, ya que en sus 203 puntos del programa electoral, propone solamente el aprendizaje de lenguas extranjeras, fomentando las estancias en el extranjero de alumnos y profesores. Ni una sola línea para el gallego. Probablemente, entiendan los socialistas que hoy en Galicia, la cuestión lingüística en estas elecciones poco le puede aportar.
Decreto del Plurilingüismo
Coinciden tanto BNG, Podemos y Sumar que en el caso de gobernar cambiarán el decreto del plurilingüismo y que el proceso de inmersión del gallego en la educación no universitaria se hará gradualmente con experiencias piloto y en un diálogo permanente con la comunidad educativa prestando especial atención al fomento del uso del gallego en edades más tempranas. Si la lengua propia suele cohesionar cualquier territorio en cualquier parte del mundo, parece claro que en Galicia, las posiciones sobre el gallego conforman dos bloques claramente opuestos tanto conceptualmente como en su ejecución política, aunque, paradojas de la vida, sí coinciden todos en una lengua: potenciar el portugués en la oferta educativa.