El próximo domingo 18 de febrero se celebran las elecciones en Galicia. En total son 42 listas que suponen una notable disminución con respecto a las 56 de las pasadas autonómicas de 2020.
Hay dos novedades: Democracia Ourensana, el partido del alcalde de Ourense, Gonzalo Jácome que se presenta solamente por la provincia de Ourense con el objetivo de conseguir al menos un escaño en el parlamento y ser decisivo en el caso de que el PP no obtenga mayoría absoluta.
Hay que recordar que en plenas municipales salen a la luz unos escandalosos audios del propio Jácome y sus colaboradores jactándose de cobrar comisiones a concesionarios de obras y proveedores del ayuntamiento de Ourense. Lejos de sufrir un castigo en las urnas, Jácome consiguió incrementar tres concejales más en las municipales del pasado año. Por lo tanto, es impredecible saber si Jácome puede arrastrar al votante ourensano en unas autonómicas.
Su discurso es sencillo y directo y apela directamente al victimismo: la Xunta de Galicia discrimina a Ourense frente a otras ciudades gallegas.
Un partido almeriense
Aunque la gran novedad en estas elecciones será sin duda la presencia de Izquierda por Almería, que se presenta solo en la provincia de Lugo. ¿Y qué pinta un partido almeriense presentándose por Lugo? Pues digamos que una mezcla de azar y el destino que es a veces caprichoso.
En palabras de su fundador, Juan Andrés Ruiz, consciente del escaso entusiasmo que puede despertar su valiente propuesta en Galicia, lo que pretenden es darse a conocer y escogieron Lugo por puro azar, porque fue lo primero que les salió. Buscaban la provincia que requiere menos personas para formar la lista y las opciones eran dos: Ourense o Lugo y la ganadora fue esta última. La ambición, como tiene que ser en los inicios de todo proyecto, es grande: quieren presentarse a las vascas, las europeas y a las catalanas.
Mucho tendrán que bregar porque en las últimas autonómicas andaluzas se quedaron en 152 votos. Por el momento se van a encontrar con un pequeño problema. Como no han conseguido gallegos censados en Galicia que vayan en su lista, los representantes de Izquierda por Almería son todos andaluces y no podrán ni votarse a sí mismos. Habrá que esperar al recuento de la última papeleta para conocer si cala el mensaje de una izquierda almeriense que se proclama heredera de Julio Anguita y despejar la incógnita de si ha llegado a Galicia para quedarse.
Por el momento, ya se ha encontrado con la primera dificultad en el camino porque la Junta Electoral acaba de rechazar la candidatura. Su argumento principal es precisamente que los integrantes de la lista no forman parte del censo electoral.
El presidente de la formación ya ha declarado que presentarán un recurso contencioso-administrativo contra esta decisión.