ELECCIONES GENERALES 2023

23J: La economía era Nadia, nadie y algunas más

El PSOE cambia de estrategia: presumir de Economía. El PP desvelará la suya a cuentagotas y Yolanda Díaz rechaza el duelo bipartidista y se abre hueco entre ambos con su propuesta estrella: Un impuesto a las grandes fortunas para siempre.

Ignacio Jarillo

Madrid | 14.06.2023 22:01

El creciente protagonismo de Nadia Calviño en el PSOE: el activo clave de la campaña de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez y Nadia Calviño | Gustavo Valiente / Europa Press

Antes de que se adelantaran las elecciones generales, PSOE y sus socios, lo que hoy es Sumar, se tenían el uno al otro para renovar el gobierno de coalición, con permiso de los otros socios, los de la investidura. Pero el 28M lo cambió todo. La alerta antifascista no funcionó y la estrategia tenía que cambiar. El fiasco de Podemos en las urnas convenció a Pedro Sánchez de que ya todo era cosa de dos: PSOE y PP. Y esta vez, para ganar, hay que hablar de economía. Pero Yolanda Díaz no va a dejar que Sánchez se lleve todo el mérito.

"Es la economía."

Treinta años después, vuelven a la pizarra de la estrategia electoral estas cuatro palabras: "Es la economía, estúpido". Una premisa gamberra que James Carville, gurú de campaña del aspirante Bill Clinton hizo famosa en 1992 cuando doblegó a George W. Bush en las presidenciales de Estados Unidos, a base de demostrar que tenía un buen plan económico. Hoy, en España, el PSOE parece apuntarse a esa máxima (de nuevo) y a relegar el mensaje de la alerta antifascista -que no funcionó el pasado 28M- y prefiere afear al PP que no tenga a "nadie" para confrontar con su Nadia en esta campaña del 23J. Ese juego de palabras "nosotros tenemos a Nadia y ellos tienen… a nadie"-que pronunció Pedro Sánchez ante su Comité Federal del pasado 10 de junio- ha funcionado "como un cañón", que diría su Portavoz en el Congreso, Patxi López, pero como un cañón a dos bandas. Porque aunque la bala iba dirigida al PP para retarle a que dijera quién va a ser la voz económica en campaña, enseguida alguien más se ha dado por aludida.

Y es que Yolanda Díaz no ha tardado demasiado en decir que esto no va de dos partidos... que no se trata de Nadia (Calviño) y del "nadie" que ponga el PP a debatir con ella. Se trata -dice la líder de Sumar- de cómo vamos a controlar la inflación: por ejemplo, interviniendo en los precios de la cesta de la compra, en los de los alquileres, en las ventas de pisos y en todos aquellos ámbitos que pueden animar a aumentar su, por ahora, magro granero electoral. Pero fiel a su marca personal y a sus orígenes -sigue siendo miembro del Partido Comunista de España- propone un impuesto permanente a las grandes fortunas y subir el de sociedades a las grandes empresas. Y por proponer, añade un elemento que aún está por explicarse y que en el entorno de la CEOE se ve como una clara injerencia en el ámbito de la empresa privada: controlar los márgenes de las compañías y "democratizar" su funcionamiento. Son propuestas económicas porque esto ya va de economía, no tanto de antifascismos que no funcionaron el 28M. Porque el objetivo estratégico de Yolanda Díaz, ése del que hablaba James Carvill a Bill Clinton para ganar las elecciones a Bush, es acabar con el guión que plantea Sánchez para esta campaña: PP o PSOE, pero solo uno de los dos.

Díaz no puede permitir que esta campaña le salga mal

Y es que Díaz quiere protagonismo. No puede permitirse fallos en su estreno después de cómo ha dejado a la izquierda su absorción de Podemos. Por eso, a pesar de las encuestas que auguran un revivir del bipartidismo, la líder de Sumar rechaza de plano que esta campaña sea cosa de dos. Así reivindica su papel de ser "alguien" con mayúsculas, en esto de la economía y con tono molesto reclama lo que su equipo de campaña no para de repetir: que muchas de las mejoras económicas y laborales aprobadas son gracias a su empeño. Y para Sumar la lista que tiene Sánchez, es en realidad su lista: Derogación de la Reforma Laboral, Ley de Vivienda, subida del SMI (Salario Mínimo Interprofesional), incluso el Pacto Social -del que, por cierto, sindicatos y patronal excluyeron a ambos, a Sánchez y a Díaz-.

Pero ella no es la única "alguien" en Sumar que quiere hablar de Economía en esta campaña. La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, ha solicitado al PSOE extender, al menos hasta finales de año, la reducción del precio al transporte público y la prórroga de contratos de alquiler. Y no se queda ahí. Belarra exige que en las medidas del llamado escudo social se incluya el tope a las hipotecas de tipo variable y más aún, que se bonifique de alguna manera el precio de los alimentos. Son medidas de campaña, sin duda. Medidas económicas para decir -a Sánchez y a Díaz- "estamos aquí", seguimos existiendo. Porque esto va de Economía.

En el PSOE, el mensaje económico es, de momento, la propia Nadia Calviño, a la espera de conocer más detalles sobre qué hará el gobierno de Sánchez si logra todos los apoyos necesarios para repetir mandato. En el PP guardan silencio. El silencio de la estrategia o de la prudencia -dicen- aunque el PSOE cree que es el de la ignorancia. Suenan nombres para hablar de economía en esta campaña, claro que sí, como el del propio responsable del área Juan Bravo o el economista ex de Ciudadanos Luís Garicano, recientemente incorporado al think tank de Núñez Feijóo, Reformismo21. Pero fuentes del partido aseguran que no van a bailar al son que diga el PSOE y que aunque esta campaña pueda ir de Economía, con mayúsculas, va de más cosas y que habrá tiempo para decirlas, elegir quién las dice y en qué debate.