Los candidatos cierran la campaña con ánimo de remontada en un lado y de cambio en el otro
El diario de la campaña de las elecciones del 23J con las novedades en PSOE, PP, Sumar y Vox
Desde el sur de Madrid… llegará la remontada. Con el marchamo del éxito a última hora y como última promesa electoral, Pedro Sánchez cerraba su campaña hoy deseando que se cumpla lo que siente: que esto ha cambiado y que el PP no es el PP de la victoria. Que ha llegado al final sin fondo y que esto va a dar la vuelta.
Mensajes, casi a la desesperada que los socialistas de carnet y simpatizantes aplaudían anoche a rabiar en el último acto electoral de Sánchez en esta campaña del 23J. Una campaña distinta, sin agenda, sin convocatorias oficiales previas a la campaña y llenas de mítines sorpresa que hemos cubierto a salto de mata, a gusto del candidato y siempre sin saber dónde será el siguiente.
Pero los socialistas acaban mejor que cuando empezaron, aseguran, confían plenamente en que habrá nuevo gobierno progresista y creen que han sido dos semanas en las que el candidato del PP no ha aprovechado su mejor momento: el cara a cara de Atresmedia, que sin duda marcó el resto de la compaña.
Ahora, para el líder del PSOE, llega el día de descanso, de cuidar la garganta y de relajarse. Ayer, por cierto, en Onda Cero, aseguraba que lo de relajarse lo hacía lavando la vajilla de su casa. Tal vez, un paseo con sus perros y un poco de aire a primera hora tampoco le vengan mal para el domingo que se le viene. A él y a todos.
"Aquí esta tua xente, tua terra", le decía su sucesor en la Xunta, Alfonso Rueda, y asentían las más de 5.000 personas que junto al puerto de A Coruña han acudido a participar de la fiesta de cierre de campaña, canjeándola por aquella de despedida que no se produjo cuando tuvo que salir hacer 15 meses de la Xunta destino Madrid al rescate del PP. Y en este regreso, le han pedido a Feijóo que traslade su política a la gallega al resto de España, que su "sentidiño" llegue a todo el país a partir del domingo. Después el candidato del PP ha tomado ese legado para armar su tarjeta de presentación y postularse como presidente del Gobierno. “Vosotros sois quienes mejor me conocéis”.
En su tierra natal como en los 15 días de campaña ha prometido que si pide el voto es para cambiar las coaliciones por pactos, para ventilar los bloques y bloqueos en favor de la concordia. Pero ruega un voto masivo: "Hemos ganado la Copa, la Liga y vamos a por la Champions para quitársela a quienes quieren ganarla sumando menos puntos". Y para completar las evocaciones de victorias y celebraciones, lluvia de papelitos azules y blancos.
Así han concluido casi 10.000 kilómetros de la campaña “Es el Momento”, de la ruta de Verano Azul; la del calor asfixiante como el miércoles de Murcia o la de la suave brisa atlántica como este viernes de epílogo de la capital coruñesa. En la jornada de reflexión aún aguantará el sol en la playa de Riazor o en el puerto de la ciudad de María Pita por donde quiere pasear Feijóo junto a su familia… si la espalda se lo permite.
Yolanda Díaz consiguió cerrar en ambiente de fiesta y en un acto, esta vez sí, con muchos asistentes. Incluso entre los intervinientes. Quiso un cierre que hiciera olvidar las diferencias entre las 15 formaciones integradas en SUMAR y buena parte de ellas estuvieron presentes. Y tomaron la palabra. Y el entusiasmo se hizo fuerte. Y los gritos de “presidenta, presidenta” atronaron en el parque Tierno Galván…
Hasta que cogió el micrófono Ione Belarra y los gritos que se hicieron con el lugar fueron los de “sí se puede, si se puede”, que trasladó a todos los presentes a los tiempos en que era Podemos quien despertaba sus esperanzas.
Belarra reivindicó a su formación arrinconada ahora en SUMAR, y ensalzó lo hecho por la vetada Irene Montero, incluida la ley del “sí es sí”.
Después volvió Yolanda y apeló al voto útil para ganar el tercer puesto ante Vox y repetir en el Gobierno… Si hay poder que repartir, será menos duro enfrentar las diferencias entre las distintas formaciones de SUMAR.
Se ha encomendado de nuevo Abascal a Cristóbal Colón en un cierre de campaña. “Estamos a punto de decirle adiós al peor gobierno de la historia” de España, ha sido el mensaje con el que ha despedido Vox su campaña electoral en la madrileña Plaza de Colón. Un acto en el que Santiago Abascal, situado justo debajo de una gigantesca bandera de España de 294 metros cuadrados, ha insistido en reivindicarse como el verdadero voto útil frente a un PP cambiante. Y ha acusado a Núñez Feijóo de “blanquear al socialismo” ofreciéndole pactos a Sánchez. Y en su caso, prometía Abascal a escasos 400 metros de la sede del PP, se va a dejar la piel en echar al socialismo.
“¿Rojo o verde?”, ha preguntado Espinosa de los Monteros en un momento de euforia a los 5000 simpatizantes -según Vox- que han acudido a Colón. Pregunta retórica, claro. Y es que todos saben, decía el portavoz de Vox en el Congreso, que “el botón azul no funciona”.
En la emblemática Plaza de Colón, que ha sido el mitin más multitudinario de toda la campaña, el candidato Abascal también ha exhibido músculo con la proyección de mensajes de apoyo de algunos líderes internacionales, como el húngaro Viktor Órban o la Italiana Giorgia Meloni.
