La convocatoria de elecciones generales anticipadas al 23 de julio ha obligado a Yolanda Díaz a precipitar sus planes de unir a todos los partidos a la izquierda del PSOE en Sumar y en estos momentos se enfrenta a unas negociaciones contra reloj en las que tendrá que conciliar antes del 9 de junio las reclamaciones de Podemos y las de sus otros sus aliados en una sola coalición.
Desde el mismo lunes en el que Pedro Sánchez anunció la convocatoria de elecciones, la vicepresidenta segunda comenzó a hablar con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y el resto de fuerzas que están interesadas en integrarse en la coalición electoral. Algunas de esas fuerzas, como Más Madrid y Compromís, ya han puesto sobre la mesa exigencia como encabezar las listas para integrarse en Sumar.
Yolanda Díaz ha asegurado esta mañana en la rueda de prensa en la que ha valorado los datos del paro que es optimista sobre estas negociaciones y que "habrá acuerdo sin duda porque nuestro país nos está esperando".
Los morados, a través de Pablo Iglesias, ya han dejado claro que son una condición para que Sumar "salga bien" y que no conseguir un acuerdo "sería un fracaso para ambas formaciones".
El principal escollo que se está encontrando Yolanda Díaz con Podemos es la conformación de las listas. Los malos resultados de la formación morada en Madrid y Comunidad Valenciana, de donde han desaparecido plantea dudas sobre la inclusión de Irene Montero en las listas de Madrid.
Según publica el Independiente, el mayor obstáculo para las candidaturas de Sumar se llama Irene Montero ya que a los socios de Yolanda Díaz no creen que tenga un buen efecto sobre el electorado incluirla en las listas porque en lugar de sumar podría espantar el voto.
Este veto que imponen los socios de Díaz a la ministra de Igualdad se extiende a la secretaria de Estado del mismo ministerio, Ángela Rodríguez 'Pam', a la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, e incluso al Pablo Echenique.
La salida de Álberto Garzón, que ha renunciado a concurrir a las elecciones generales en la lista de Sumar para "promover la renovación de caras públicas", no ayuda al empeño de Irene Montero por ir en las listas.
En estas negociaciones de Yolanda Díaz parece que cobra especial importancia lo personal. La relación de Díaz con Irene Montero está rota, pero con la líder de Podemos y actual ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, es buena y parece que está mejor posiciona en dichas listas.
Lo personal, clave en las negociaciones
Lo que está claro es que ni Podemos, ni ninguna de las formaciones asociadas a Sumar pueden presumir de buenos resultados y siendo verdad que Podemos no ha logrado representación en sus territorios clave, Más Madrid sólo logró un diputado en las últimas elecciones generales, Íñigo Errejón.
Y Pablo Iglesias, que se prevé que lleve las negociaciones al límite, no va a permitir la humillación de que Íñigo Errejón esté por encima en las listas de los líderes morados.
En definitiva, que Yolanda Díaz tiene por delante una muy difícil negociación hasta el próximo 9 de junio para sacar adelante un partido que dé respuesta a un electorado a la izquierda del PSOE, que hasta Pedro Sánchez quiere arrebatarles.