El lunes a las diez y media de la mañana el rey iniciará la ronda de consultas con los grupos políticos para la investidura, un proceso reglado por la Constitución del que debe salir el nombre del candidato a presidir el Gobierno y para el que se presentan tres posibles escenarios, ninguno de ellos simple a primera vista.
Después de la ronda de consultas en el Palacio de la Zarzuela con los representantes de UPN, Coalición Canaria, PNV, Sumar, Vox, PSOE y PP -a la que no asistirán ERC, Junts, EH Bildu ni BNG- Felipe VI deberá convocar a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, para comunicarle su propuesta de candidato, quien tendrá que recibir posteriormente la confianza de la Cámara.
Los tres posibles escenarios
Los tres posibles escenarios que se abren después de que en la tarde del martes salga del despacho del rey el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, (el último en ver al monarca porque su partido fue el que obtuvo más votos) demuestran la enrevesada situación que dejó el resultado electoral del 23J, donde ya todas las miradas se dirigieron hacia el rey por el papel que juega en este momento de cara a la investidura.
Primer escenario: Sánchez candidato y nuevo gobierno en agosto
La primera de las opciones es que Felipe VI proponga como candidato al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez. Aunque parte de sus socios en la investidura no están en la ronda de consultas y por tanto no informarán del sentido de su voto, el presidente del Gobierno en funciones puede expresar su deseo de ir a la investidura contando con sus diputados y los de Sumar.
Los 178 votos que obtuvo el jueves en la votación del Congreso le valdrían como muestra de que puede reunir los apoyos necesarios para quedarse en La Moncloa.
En este escenario, al igual que en cualquier otro, la fecha que marque la presidencia del Congreso para la sesión de investidura será clave, porque a partir de la celebración de ese pleno empiezan a correr los plazos, decisivos si se produjera una repetición electoral. La ley establece que si pasados dos meses desde ese momento no se ha logrado investir presidente, deben convocarse nuevas elecciones.
Por tanto, si se piensa en todas las posibilidades, lo normal sería fijar la sesión en una fecha en la que, sumando esos dos meses desde la primera investidura fallida más los 47 días preceptivos desde que se disuelven las Cortes, las elecciones cayeran en domingo.
Si la investidura se celebra la última semana de agosto -hasta el 28 no estarán constituidos los grupos parlamentarios- una repetición electoral caería antes de Navidad. Si se deja para más adelante, en septiembre, la campaña -y hasta las elecciones- podrían producirse en mitad de las fiestas navideñas.
Si Sánchez resultara elegido, habría Gobierno mucho más rápido de lo esperado; si no fuera así, se activaría seguramente otra ronda de consultas.
El hecho de que la ronda de contactos se haya convocado apenas 24 horas después de que se constituyeran las Cortes puede hacer pensar que se quiere ir rápido porque el pacto para reeditar un Gobierno progresista pudiera estar cocinado, aunque los socios de Sánchez insisten en que no hay nada atado.
Segundo escenario: Feijóo candidato a la espera de PNV y Junts
Sánchez ha mostrado su disposición a someterse a la investidura, pero también lo ha hecho el líder de los populares. Ninguno, por ahora, ha cerrado los acuerdos para tener una mayoría suficiente.
Si el nombre que sale el martes es el de Alberto Núñez Feijóo -quien defiende su derecho a ir a la investidura al ser el partido más votado y que a día de hoy tiene más síes atados que Sánchez- los plazos serían, en principio, los mismos. A no ser que fuera necesario más tiempo para negociar los apoyos.
Si Feijóo no lograra finalmente los apoyos de la cámara, lo más probable sería ir a otra ronda de contactos. Sería, en ese caso, el turno del candidato Sánchez.
Tercer escenario: Feijóo da un paso atrás tras ver al rey
La posibilidad de que el presidente del PP decida finalmente declinar ir a una investidura por no tener los apoyos es la más improbable, pero sería una opción que, bien argumentada, evitaría al político gallego ir al Congreso para perder si no consigue los cuatro votos que, dice el PP, le faltan.
La imagen de la derrota de Feijóo en el hemiciclo podría ser utilizada para desgastarle.
Rechazar el encargo del monarca no es lo habitual pero existe un precedente: en enero de 2016 el entonces presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, que había obtenido 123 escaños, declinó la propuesta de Felipe VI de intentar formar gobierno, lo que obligó a otra ronda de entrevistas. En todo caso, las certezas sobre qué pasará a partir del martes no existen. La única a día de hoy es que no las hay.