Aunque pueda parecer que la designación de Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura sea una mala noticia para el PSOE, desde Ferraz mantienen la calma a sabiendas de que es prácticamente imposible que prospere la candidatura del popular y abre un horizonte temporal.
A efectos prácticos el hecho de que tras la primera ronda de contactos haya salido un primer candidato supone que comienzan a contar los únicos plazos que establece la Constitución una vez constituidas las nuevas Cortes. Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato obtiene la confianza de la cámara, el rey disolverá ambas cámaras y convocará nuevas elecciones, que se celebrarán 47 días después.
En el PSOE no han dudado en calificar la investidura de Feijóo como "pérdida de tiempo" o "investidura fake" y aclararon antes de la decisión del Rey que no iban a entrar en una competición por ver quién iba a ir primero a la investidura.
Tras la derrota de Feijóo y los populares en la Mesa del Congreso, un nuevo fiasco, esta vez en un debate de investidura, podría reforzar la figura de Pedro Sánchez y además se encendería la cuenta atrás de dos meses para que el socialista pueda obtener los apoyos suficientes para ser reelegido como presidente. "Si se pone el reloj en marcha, sabemos cuáles son los tiempos para la repetición electoral", aseguraba también Yolanda Díaz.
Y en ese escenario, las negociaciones PSOE - Junts parece que tendrán la llave de la reelección de Pedro Sánchez. Las negociaciones se podrán llevar en un plano más discreto con los focos centrados en la investidura de Feijóo. Si la primera investidura del popular trascurre entre el 29 y 30 de agosto, se fija la fecha límite del 30 de octubre. Esa sería la fecha tope de Pedro Sánchez para ganarse la confianza de la Cámara. En caso de no hacerlo, el día posterior se disolverán las Cortes y estaremos abocados a unas elecciones 47 días después lo que nos llevaría de nuevo a las urnas el 17 de diciembre de 2023.