Cómo se reparten los escaños en el Congreso: así es la Ley d'Hondt

Este domingo, 23 de julio, alrededor de 37 millones de españoles están llamados a las urnas para votar en las elecciones generales. Todo después del súbito anuncio de Pedro Sánchez de adelantar los comicios, tras las municipales y autonómicas del 28 de mayo.

A la espera de ver los resultados definitivos, todo parece indicar que los pactos o, al menos, recabar el mayor número de apoyos posible, se antojará necesario, tal y como vaticinan la mayoría de encuestas y sondeos. En este sentido, cada escaño será crucial, por lo que la Ley d'Hondt cobra -como no podía ser de otra manera- un papdel fundamental.

Grosso modo, esta ley electoral sirve para repartir los escaños de un Parlamento, de manera proporcional a los votos obtenidos por las candidaturas.

Origen

La Ley d'Hondt fue creada en 1878 por Víctor d'Hondt, un jurista belga, profesor de derecho civil y fiscal en la Universidad de Gante (Bélgica). Su método, por cierto, no se aplica únicamente en España; también se utiliza en países como Bélgica, Austria, Argentina, Estonia, Croacia, Portugal, etc.

Es un sistema de promedio mayor

La Ley d'Hondt es un método de promedio mayor que sirve para asignar escaños en un sistema de representación proporcional por listas electorales.

Por explicarlo de forma sencilla: este método se basa en un cálculo matemático por el que se divide el total de votos obtenidos por los distintos partidos y se les termina asignando los escaños a los promedios más altos.

Ejemplo

Veamos un ejemplo ficticio:

En las elecciones generales del 23 de julio, en una provincia de España se eligen cinco cargos de diputados disponibles. El PP, el PSOE, Sumar y Vox pretenden conseguir cada uno de esos escaños.

Pongamos que en esta circunscripción el máximo de votos que se pueden obtener son 13.500. Cada una de las formaciones mencionadas tratará de obtener el mayor número de votos posible.

Así, una vez cerrados los colegios y, tras el escrutinio, el recuento queda de la siguiente forma:

• PSOE: 5.000 votos
• PP: 4.000 votos
• Sumar: 3.500 votos
• Vox: 1.000 votos

Ahora, conocidos estos resultados, hay que dividir el número total de votos que ha recibido un partido por 1, por 2, por 3, por 4 y por 5 (el mismo número que los cargos electos que se disputan en esta provincia). Es decir, los 5.000 votos que ha obtenido el PSOE se dividen por 1, por 2, por 3…

Una vez realizados los cálculos, los cinco diputados se asignarán a las cinco cifras más altas, sean del partido que sean. Eso sí, hay que lograr un mínimo del 3% del total de los votos para aspirar a tener representación.

Es decir, como vemos en la imagen, el PSOE tendría el primer diputado, ya que es el resultado más alto (5.000). El segundo le correspondería al PP (por el resultado de 4.000). Sumar se llevaría el tercero, el PSOE el cuarto y el PP, el quinto.

En caso de empate, se otorgaría a la formación con mayor número de votos.