El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, trasladó este sábado ante su partido su rechazo a la amnistía para los implicados en el desafío soberanista de Cataluña después de que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, la asumiera como necesaria.
Page fue el primero de los líderes territoriales del PSOE que habló cuando continuó a puerta cerrada el Comité Federal en el que Sánchez reconoció que apuesta por la amnistía y que es necesaria para su continuidad como presidente del Gobierno.
Según trasladaron a Servimedia varios de los presentes en la reunión, ni Page ni otros miembros de la delegación castellanomanchega se pusieron en pie en apoyo a Sánchez como sí hizo todo el resto del Comité Federal.
Después, en su intervención ya a puerta cerrada, expuso que él no está de acuerdo con la amnistía pero tampoco con el transfuguismo, por lo que no fomentará el voto contrario a la decisión de la dirección del partido.
Justificó su posición, según dichas fuentes, en que no hay garantías de que no haya otra declaración unilateral de independencia por parte de esos mismos independentistas.
También aprovechó la coyuntura para recordar que en las elecciones generales del 23 de julio el PSOE no fue la primera fuerza electoral y eso hay que tenerlo en cuenta dentro de la formación.