Junts ha cifrado este miércoles lo que han considerado como "la deuda histórica del Estado con Cataluña" en 450.000 millones de euros y ha propuesto la condonación de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) para reducirla parcialmente.
La formación independentista ha pedido en un comunicado el traspaso de las competencias a la Agencia Tributaria de Cataluña para que la Generalitat pueda recaudar todos los impuestos y prever una "cuota de solidaridad entre Cataluña como nación y el Estado español".
Han desglosado la cifra en 50.900 millones de euros en déficit de infraestructuras, 375.000 millones en partidas sociales y 30.000 millones en pensiones "en los últimos treinta años de infrafinanciación".
Para paliar esta deuda, Junts plantea un sistema propio de pensiones para Cataluña y la creación de la Agencia de Seguridad Social Catalana, para la que propone que el Estado transfiera el importe acordado en concepto de "hucha de pensiones".
En materia de infraestructuras, pide que el Estado "compense la transferencia de la liquidación de presupuestos en infraestructuras que no se han cumplido durante los mandatos del presidente Pedro Sánchez" e insta a "fijar plazos para proceder al pago" de la disposición adicional tercera del Estatut para que Cataluña pueda ejecutar las infraestructuras pendientes.
Además, propone que el Estado ceda el 19% de los fondos europeos 'Next Generation' con efectos retroactivos y "establecer el método de seguimiento y control de forma anual".
En plenas negociaciones para la investidura
Junts emite este comunicado mientras sigue negociando con el PSOE una posible investidura de Pedro Sánchez, sobre la que el presidente en funciones se ha mostrado entusiasmado estos días en Nueva York.
"Yo desde luego tengo muchas ganas de empezar ya esta legislautra, de que eche a andar, de que formemos Gobierno y de que consolidemos los avances", ha declarado Sánchez en las últimas horas.
Ni Sánchez ni la dirección del PSOE han confirmado, por el momento, que vayan a cumplir las exigencias del independentismo para apoyar su investidura, como la aprobación de la polémica amnistía, la no renuncia a la unilateralidad o el nombramiento de un mediador internacional entre Cataluña y el Estado.
