La actual presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no será candidata a la relección, según confirmaron a Servimedia fuentes del PSOE, que indicaron que no desea repetir en un puesto que será especialmente complicado en la próxima legislatura.
La información se conoce en un momento en el que se intensifican los movimientos las negociaciones entre partidos para la constitución de la Mesa del Congreso el 17 de agosto.
La composición de la Mesa, en la que podrían entrar formaciones independentistas, será un primer indicio de la marcha de las negociaciones para la formación del nuevo Gobierno por el que luchan PP y PSOE.
La Mesa del Congreso está formada por nueve miembros y el Partido Socialista, el que se perfila con más apoyo para presidir la Cámara, está negociando a varias bandas sin perder de vista el objetivo de lograr una mayoría de cinco puestos frente a los partidos de la derecha.
La importancia de una mayoría en la Mesa del Congreso
Con el dibujo actual del parlamento tanto PP como PSOE tienen asegurados cuatro miembros, cada uno de ellos, en el órgano de gobierno de la cámara baja. Dos vicepresidencias y dos secretarías, aunque dependiendo del respaldo que logren del resto de grupos se determinará la primacía de cada uno. Por eso es lógico que tanto populares como socialistas ofrezcan al resto de partidos alguno de sus asientos en la mesa como contraprestación a esos apoyos, sobre todo de cara a la elección de la tercera autoridad del estado. Aquí el PNV también hará valer sus votos y no es descartable que exija un miembro en la mesa del congreso.
La elección del presidente del Congreso será la primera votación de la legislatura. Los 350 diputados deben optar entre los candidatos que se presenten. En primera vuelta será elegido el que obtenga la mayoría absoluta de los votos. Si no se produjera esta circunstancia será elegida la persona que obtenga un mayor número de papeletas a su favor. La importancia de tener la mayoría en la mesa estriba en que permite poder establecer los tiempos legislativos y aceptar o denegar iniciativas parlamentarias.