El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha defendido que esta campaña electoral de cara a las elecciones generales anticipadas del 23 de julio tiene que ser la de los "debates democráticos" y por ello ha propuesto a Alberto Núñez Feijóo la celebración de un debate cara a cara semanal.
Cómo quiere Sánchez que sean los debates
Sánchez ha asegurado que quiere que sean las elecciones de los debates democráticos y quiere que se celebren seis debates y el primero se celebraría el lunes que viene 12 de junio.
Ha explicado que ha recibido cuatro ofertas de cuatro medios de comunicación para realizar estos debates, señalando que las acepta todas y se abre al resto de medios. Plantea que los debates se hagan en programas de mayor audiencia o creando un espacio especial para ese debate.
Sobre las normas para llevarlo a cabo, plantea que la moderación sea neutral, haya equilibrio de tiempos y reglas de respeto. Además ha señalado que estos 'cara a cara' son compatibles con otros debates con más candidatos, porque, según ha indicado el bipartidismo quedó atrás y hay otras fuerzas en el ámbito nacional que deben expresarse en debates, en los que Sánchez también participará, ha asegurado.
"Espero a Feijóo el próximo lunes"
El presidente plantea así la campaña como un duelo a dos, "sólo hay dos presidentes posibles", ha dicho, quiere que los ciudadanos decidan sólo entre estas dos opciones, Sánchez o Feijóo. Ahora habrá que esperar la respuesta del líder del PP a este enfrentamiento semanal que le propone Sánchez, "espero a Feijóo el próximo lunes", le ha emplazado Sánchez.
El PP lo tacha de "excentricidad"
El PP ha dejado claro que no va a entrar al trapo de las provocaciones de Sánchez y tacha de "excentricidad" la propuesta del presidente del Gobierno. El portavoz de la campaña, Borja Sémper, avanza que analizarán las peticiones que vayan llegando pero que no seguirán el guion que marca Sánchez por su "ansiedad"
"España no necesita siete debates", ha opinado Sémper, considerando que quien "lo necesita" es Sánchez por ser "un presidente más preocupado de su estrategia" que de los intereses de los ciudadanos. Ha advertido de que en el PP no se van a dejar guiar "ni marcar la agencia por la ansiedad de Sánchez".
El enfado de Yolanda Díaz
La que sí ha respondido ya a esta propuesta de Pedro Sánchez ha sido la líder de Sumar, Yolanda Díaz, que ha mostrado su enfado con esta estrategia del presidente con un mensaje en su cuenta de twitter afeándole que "quien crea que el futuro de España se resume en una foto de Pedro Sánchez y Feijóo está fuera de la realidad de nuestro país. El bipartidismo es el pasado. Vamos a seguir sumando para construir el futuro".
Sánchez confirma así que aspira también al voto útil de la izquierda y marca distancias con Yolanda Díaz y su plataforma Sumar. El PSOE quiere contar con todo el voto de la izquierda.
La economía "va como una moto"
Sánchez ha intervenido en un foro económico en el que ha presumido de Economía y reta a cualquier ministro que no sea Nadia Calviño a hacerlo mejor. "¿Esto quiere decir que la economía española va bien?. Esto quiere decir que la economía española va como una moto y a partir de ahí, si alguien tiene una alternativa de política económica, que levante la mano y que explique muy bien cómo va a mejorar estos datos y quién va a ser la persona responsable de esa tarea", ha retado el presidente.
Pedro Sánchez ha respondido al programa del PP sobre "derogar el sanchismo" y ha apuntado que "todas las reformas que se han hecho, que se han realizado, deben consolidarse porque, si se derogaran, el daño a nuestro sistema económico, a las posibilidades de mejorar la empleabilidad, por ejemplo, de nuestros jóvenes, sería extraordinariamente grave".
Aprobación de la adenda al Plan de Recuperación
Sánchez ha aprovechado también su intervención en este acto para recordar que el Consejo de Ministros de este martes aprobará la adenda al Plan de Recuperación, cuyo objetivo es canalizar a España más de 90.000 millones de fondos adicionales que van a permitir impulsar los objetivos de modernización y reindustrialización de la economía española y un crecimiento económico "mucho más equilibrado desde el punto de vista social".
