La votación del Congreso que ha rechazado este miércoles la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como presidente del Gobierno ha activado el plazo para que un candidato logre los apoyos necesarios antes del 27 de noviembre o, de lo contrario, se convocarán elecciones para el 14 de enero.
No hay norma alguna que determine cuánto tiempo ha de pasar desde que se celebran comicios hasta que se elige a un jefe del Ejecutivo, circunstancia que puede prolongar sine die la existencia de un Gobierno en funciones.
Cuándo se celebraría la repetición electoral
Sin embargo,la Constitución sí concreta en su artículo 99 que tras la primera votación de un candidato, se abre un plazo de dos meses para que alguien consiga los respaldos necesarios o, si no, el rey disolverá las Cortes Generales y convocará nuevas elecciones con el refrendo del presidente del Congreso que deberían celebrarse en un plazo de 47 días.
Con el calendario en la mano, los dos meses se cumplirían por tanto el lunes 27 de noviembre, y si para entonces nadie ha conseguido los apoyos exigidos para ser investido, finalizaría la XV legislatura, se disolverían las Cortes y habría repetición electoral el 14 de enero.
Por tanto, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que ya ha avanzado su intención de optar a una nueva investidura, tiene de plazo esos dos meses para conseguir la mayoría que necesita. Pero para ello, ha de recibir el correspondiente encargo por parte del rey tras una nueva ronda de consultas que debe celebrar Felipe VI con los representantes de los partidos que han obtenido escaños en el Congreso.
El reloj empieza a correr: ¿qué pasa si el Rey no propone a Sánchez?
El rey tiene que ser quien fije la fecha para la celebración de la nueva ronda de consultas, que de acuerdo con las previsiones del Gobierno en funciones, podría celebrarse el lunes o martes de la semana que viene: el 2 y el 3 de octubre. Después de ella, el Monarca designará previsiblemente al presidente del Gobierno en funciones como candidato para presentarse a la investidura. Pero, ¿qué sucedería si no propusiese a Sánchez?
Una vez fracasada la investidura de Alberto Núñez Feijóo y en caso de que Pedro Sánchez no tuviese los apoyos necesarios o la intención de presentarse a la investidura por no tenerlos, Felipe VI podría dar más tiempo a los partidos políticos para que recabasen sus apoyos. A partir de ahí, se podría dilatar en el tiempo todo lo necesario hasta que los consiguieran, convocando nueva ronda de consultas para conocer las novedades y ver si podría proponerse algún candidato.
En caso de que la situación siguiera igual y llegase el 27 de noviembre sin haber propuesto ningún candidato a la investidura, se disolverían las Cortes y se convocarían nuevas elecciones generales.
Cuándo sería el debate de investidura con Sánchez como candidato
En cambio, si finalmente propone a Sánchez como candidato, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, tendría que poner fecha al debate de investidura. Esa fecha puede comunicarla de inmediato o dar un tiempo para la negociación y concretarla más adelante.
Sánchez ha venido defendiendo que ese debate para lo que ha calificado de una investidura "auténtica" sea cuanto antes, pero debe calcular el tiempo que necesita para negociar con los partidos que le han de dar apoyo, entre ellos las formaciones independentistas Junts y ERC.
El portavoz del grupo socialista en el Congreso, Patxi López, había apuntado como probable semana para la investidura la que comienza el 16 de octubre al sugerir a los periodistas que no hicieran planes para esos días, y aunque al Gobierno le gustaría que fuera así, duda de que para entonces ya estén culminadas las negociaciones.
En la semana posterior hay reunión del Consejo Europeo en Bruselas a la que Sánchez debe acudir (los días 26 y 27 de octubre), máxime cuando España ostenta la presidencia semestral europea, y a la siguiente, en concreto el 31 de octubre, la princesa Leonor, al cumplir ese día 18 años, jurará la Constitución en una sesión solemne de las Cortes Generales. El debate de investidura debería encajarse entre esos actos o posponerse ya para noviembre.