Con la conformación del Congreso de los Diputados en el día de hoy, ha arrancado oficialmente la XV Legislatura. Hasta un 40% de los diputados que componen esta recién inaugurada Cámara Baja son caras nuevas en el Parlamento: es el caso de Francina Armengol, la nueva Presidenta del Congreso de los Diputados, que gracias al voto de 178 diputados ha accedido al tercer cargo de mayor relevancia institucional de nuestra democracia, apenas tres meses después de haber sido derrotada en las elecciones autonómicas del 28 de mayo.
Después de presidir el gobierno de las Islas Baleares entre 2015 y 2023, la política ha entrado en la política nacional por la puerta grande: hace unos días, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE proponía a Armengol como candidata a para presidir la Cámara, cuando la falta de un acuerdo firme con las fuerzas independentistas no garantizaban su victoria en la elección.
De presidenta autonómica a presidenta del Congreso
Sin embargo, un acuerdo alcanzado in extremis entre los de Puidgemont, los de Rufián y los de Sánchez ha conseguido los 178 votos que Armengol necesitaba para ser designada por mayoría absoluta: PSOE, Sumar, Bildu, Junts, Esquerra Republicana, PNV y BNG han apoyado a Armengol, mientras que el Partido Popular, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro han acumulado 139 votos para la popular Cuca Gamarra. En tercer lugar ha quedado el candidato restante, presentado por VOX, Gil Lázaro, que solo ha sido apoyado por los 33 diputados del partido de Santiago Abascal.
La baronesa socialista cayó ante la popular Margarita Prohens en los comicios autonómicos del pasado mes de mayo: en ese encuentro electoral, la candidatura de Prohens - investida presidenta hace unas semanas- obtuvo 159.755 votos y 25 escaños. Armengol, con sus 118.140 votos - 3.000 más que en 2019- y 18 escaños - 1 menos que en 2019- no pudo revalidar su cargo como presidenta del archipiélago balear. Sin embargo, esa derrota no terminó con la larga carrera política de Armengol: nacida en Inca (Mallorca) en 1971, Armengol ha desempeñado numerosos cargos en la administración y en el PSOE, siendo secretaria de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE desde 2004.
Larga trayectoria política
La presidenta estudió Farmacia en la Universidad de Barcelona, y durante su etapa universitaria la política militó brevemente en el Bloc d'Estudisnts Independentistas. Sin embargo, Armengol pronto se afilió al PSOE de Baleares, a quien representó como concejala en el Ayuntamiento de su ciudad natal entre el 1998 y el 2000. En el 1999 dio el salto hasta la política regional, al ser elegida diputada autonómica en el Parlamento Balear durante 5 legislaturas; Armengol compatibilizó este puesto con sus labores en el Consejo Insular de Mallorca, que presidió entre 2007 y 2011. Durante su mandato, Armengol acabó con las Áreas de Reconversión Territorial, que flexibilizaban la conversión de suelo rústico en suelo apto para la construcción de viviendas y complejos hoteleros.
Armengol conseguiría gobernar en 2015 después de alcanzar un pacto con Podemos y Més per Mallorca, tras ser la segunda candidata más votada en los comicios de ese año. Entonces, Armengol se convirtió en la primera mujer en presidir las Islas Baleares. Este 2023, el mal resultado de estos partidos y el crecimiento del PP imposibilitaron un tercer gobierno de Armengol en Baleares.
Proximidad al nacionalismo y conciencia ecologista
Sobre ella, el PSOE ha afirmado que se trata de una "una política cerca a la realidad cotidiana de los ciudadanos" que "representa la lucha por la igualdad de las mujeres, la justicia social y la apuesta por la convivencia basada en el diálogo". En la crisis interna del PSOE vivida en el 2016, y marcada por el enfrentamiento entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, Armengol fue la única presidenta autonómica que mostró su apoyo al que se convertiría en Presidente del Gobierno, al formar parte de los 18 miembros de la Ejecutiva del PSOE que no dimitieron para forzar la salida de Sánchez como Secretario General.
Armengol forma parte del ala más izquierdista del PSOE, y tras la dimisión del Rey Juan Carlos I defendió la celebración de un referéndum vinculante sobre la forma del Estado. Se trata también de una política que presenta una cierta sintonía con el nacionalismo, defendiendo la creación de un estado plurinacional, pero criticando la actuación de los partidos independentistas durante el 1 de octubre; el gabinete de Armengol ha impulsado el uso del catalán en la administración y en la enseñanza.
Además de impulsar medidas de carácter ecologista como la Ley de Residuos o la ley de Cambio Climático, la presidenta vivió algunas polémicas durante su gestión de la pandemia del Covid.-19: la líder protagonizó una salida nocturna en octubre de 2020, cuando aún se aplicaban fuertes restricciones al ocio nocturno. También fue criticada la gestión del confinamiento que llevó a cabo su Gobierno, cuando 249 adolescentes que viajaron a la isla fueron confinados en un complejo hotelero de Mallorca ante la aparición de un megabrote de coronavirus en la isla.
