La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, presentó este jueves la amnistía, al preguntársele por ella, pero sin llegar a mencionarla, como "una cuestión de Estado" que se aborda "por el bien del país".
Lo hizo en el coloquio posterior a su intervención en el Foro 'La Vanguardia', que giró en torno a la negociación de investidura con los partidos independentistas. Ella se amparó en la discreción para no concretar detalles de las conversaciones como si el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y su vicepresidente, Oriol Junqueras, podrán tras ella presentarse a unas elecciones.
Díaz repitió estribillos suyos habituales como que en el conflicto catalán "nunca debimos haber llegado adonde hemos llegado", que el Gobierno de Mariano Rajoy hizo "la mayor abdicación de la política", y que "cuando hay acuerdo no hay unilateralidad" y "todas las partes que se sientan a negociar lo saben perfectamente". Ahora bien, dejó entrever que no se le exigirá a Junts que renuncie explícitamente a la unilateralidad, porque "nadie le pide a nadie que firme nada; los acuerdos son tácitos".
La vicepresidenta también circunscribió la votación de refrendo que harán los catalanes a la que se haga para validar un "acuerdo que tiene que ser de mayorías", el pacto al que lleguen antes los partidos políticos, como lleva años planteando el PSOE. Así, dijo, se corregirá la anomalía de que el Estatuto catalán en vigor no sea el votado por los catalanes, pues lo corrigió el Tribunal Constitucional. Pero también dejó traslucir que no sería nunca un referéndum de autodeterminación, que no podría ser el "acuerdo de mayorías" suscrito por la parte estatal de la negociación.
Pide "serenidad"
Díaz no llegó a pronunciar la palabra "amnistía", pero dio a entender que no tiene ningún problema con ella porque desde Sumar siempre han "remado a favor de las salidas que tienen que ver con desjudicializar" el conflicto. Y, aunque reconoció que mucha gente tiene dudas sobre ella y que sus defensores tendrán que "hacer pedagogía", se reafirmó: "Es legítimo dudar, pero es una cuestión de Estado", para la que hace falta "serenidad". En este sentido, aclaro que no se trata de amnistiar por un cambio de régimen, sino por afrontar desde la política un conflicto político.
La vicepresidenta aseguró que en este viaje a Cataluña tiene una agenda "intensa" y la seguirá teniendo las próximas semanas. Y volvió a defender su reunión con Puigdemont, por la que atestiguó que tenía "mucho interés por el respeto institucional debido y también por conocer a esta persona". Además, señaló que "empatizar con las personas que están fuera de nuestro país o han sufrido cárcel es importante", y que tuvieron "una conversación extensa y de máximo interés".
Finalmente, la líder de Sumar volvió a hacer bandera de la pluralidad y diversidad territorial, que le parece que es la España real. Sugirió que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, como gallego que es "lo sabe". Incluso se le escapa alguna vez, pero "luego tiene que rectificar porque mandan los foros económicos" y los círculos ideológicos del expresidente del Gobierno José María Aznar.