Superado el hito de la Semana Santa, el calendario electoral avanza inexorablemente hacia la próxima cita con las urnas. Con las elecciones vascas -el domingo 21 de abril- a la vuelta de la esquina, los partidos hicieron del Aberri Egun ayer un gran acto de arranque oficioso de una campaña que PNV y Bildu afrontan muy igualados, según muestran todos los sondeos.
El PNV se reivindica como partido de gobierno y de estabilidad
En el último Día de la Patria vasca para Íñigo Urkullu como lehendakari, le tomó el relevo como candidato del PNV Imanol Pradales. "Frente a palabras vacías, somos el partido del rigor, de los hechos, la estabilidad, la certidumbre, la convivencia y la palabra dada", procalamba Urkullu defendiendo al PNV frente a quienes alientan "el populismo, la demagogia y la insatisfacción permanente".
A veinte días de los comicios y con las encuestas en empate con EH Bildu, Andoni Ortuzar, presidente del PNV, receló de la versión edulcorada que, según dice, está mostrando Bildu.
Además, aseguró que no es lo mismo un gobierno y otro y advierte de la "agenda oculta" de Bildu con sus "verdaderas intenciones", las cuales ya pusieron en marcha cuando gobernaron Guipúzcoa hace unos años.
En el PNV se reivindican como partido de gobierno y de estabilidad y aseguran que el 21 de abril es clave, aunque están convencidos de la victoria.
Bildu busca la independencia vasca llegando al gobierno
Por su parte, el coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi, proclamó ayer el comienzo de un nuevo ciclo porque se ve vencedor y dice que el camino a la independencia pasa por entrar en Gobiernos que hagan posibles escenarios intermedios.
Según explicó Otegi, el proyecto de Bildu "tiene una clara vocación de Estado soberano, de Estado independiente y de República vasca", pero mientras tanto "necesitamos alcanzar los gobiernos y demostrar mediante su acción de gobierno que este es un país que tiene un proyecto nacional", de vanguardia en toda Europa en derechos sociales, salud, educación, defensa de la tierra y del reparto de la riqueza.
Por ello, se mostró convencido de que "no alcanzaremos la independencia de un día para otro si no existen escenarios intermedios. La independencia no llegará si antes no llegamos a los gobiernos".
Un escenario en el que el PSE será clave
Las encuestas dicen otra cosa más: que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) tendrá que retratarse y elegir compañero de baile. Para los partidos políticos las líneas rojas siempre resultan un problema indeseable: o se ciñen a ellas o las rebasan. Y ambos casos acarraean consecuencias electorales.