PNV y PSE sumarán de nuevo mayoría absoluta en el Parlamento Vasco y ahora comienzan unos dos meses de negociaciones entre ambos para repartirse el Ejecutivo autonómico en el que lo único seguro es que los socialistas demandarán más peso.
Los dos partidos han confirmado que buscarán repetir pacto y ambos tienen una dilatada experiencia en negociar entre sí, tras ocho años de gobiernos vascos de coalición, más los de ayuntamientos y diputaciones.
Pero que esté definido el desenlace final no quiere decir que las negociaciones vayan a ser fáciles, porque se trata de repartirse el poder.
El PNV rechaza que el resultado muestre un cambio de ciclo
Aunque oficialmente no hay plazos fijados, lo habitual es que las conversaciones para formar gobierno en Euskadi duren unos dos meses, de manera que la investidura del nuevo lehendakari será a finales de junio.
En declaraciones en laSexta, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha dado por hecho un pacto de gobierno PNV-PSE, aunque considera que la clave no es tanto el "reparto de asientos" como "liderar políticas.
Desde el partido nacionalista abogan por comenzar las reuniones "cuanto antes" y reconocen que entenderían que el PSE pidiera una mayor representación en el Ejecutivo, algo que "siempre suelen hacer", según ha declarado Itxaso Atutxa, presidenta del PNV de Bizkaia.
Andueza hará valer su posición de fuerza
En Más de uno Bilbao, el candidato del PSE, Eneko Andueza, ha reclamado como "una cuestión de justicia" el que sean más exigentes a la hora de reeditar el gobierno de coalición. Asegura que harán valer su "fuerza" y resalta que las claves de esta negociación son muy diferentes a las de 2020.
Andueza ha asegurado que van a ser el "dique de contención del independentismo" en Euskadi en referencia a que impedirán que con su apoyo llegue Bildu al Gobierno.
Pasos hasta constituir el Parlamento
Antes hay que constituir el Parlamento y, ahí vendrá la primera incógnita de la negociación: ¿Aspirará el PSE a tener la presidencia de la Cámara Vasca?. Ya la disfrutó con Jesús Eguiguren, mientras que el PNV quiere que repita la actual presidenta, Bakartxo Tejería.
Después habrá que negociar el reparto del gobierno, donde los socialistas ya han avisado que lógicamente demandarán un peso mayor, ya que hasta ahora el PNV tenía 31 escaños y el PSE 10, y ahora los peneuvistas han logrado 27 y los socialistas 12.
El reparto actual es de ocho consejeros para el PNV -nueve si se cuenta la presidencia- y tres para el PSE, con una vicepresidencia para cada uno.
Probablemente en el nuevo Ejecutivo habrá otra vez dos vicelehendakaris, primero porque el PSE, que ya lo tiene, lo demandará de nuevo, y segundo porque, para "equilibrar", el PNV mantendrá otro.
¿
Cómo puede ser el reparto?
Hay varias carteras que el PNV considera "troncales" y sería muy raro que renunciase a ellas, como Hacienda, la de Desarrollo Económico (lo que era Industria) o la de Seguridad, de la que depende la Ertzaintza.
Por eso, la gran incógnita es qué cuarta cartera querrá el PSE, que ya tiene tres, y sobre todo, si será Sanidad. La gestión sanitaria ha sido el gran caballo de batalla de la campaña electoral, por el enfado de la ciudadanía con las listas de espera.
Así que mejorar la gestión será la prioridad del nuevo gobierno, y a la vez un "sapo" que tendrá que digerir el que la detente. Los socialistas ya han dirigido la sanidad en el pasado, por ejemplo, en los años noventa con José Manuel Freire o más recientemente con Rafael Bengoa.
Los nombres de los consejeros, lo último
Los nombres de los consejeros no se conocen habitualmente hasta el día en el que son nombrados, ya que el hermetismo suele ser absoluto.
Es obvio que Pradales, nuevo lehendakari, renovará el gabinete que tenía Urkullu. Raro sería que repitiera algún consejero nacionalista de los actuales, en un momento de relevo generacional completo.
Lo que sí se suele realizar el PNV es un reparto territorial. Por ejemplo, con un Ejecutivo con nueve carteras del PNV -incluido el lehendakari, ahora hay cinco vizcaínos, tres guipuzcoanos y una alavesa, aunque estas cifras también son objeto de negociación interna en el partido.
En el caso socialista, la clave es si Eneko Andueza, el secretario general, también irá al gobierno como vicelehendakari -como compatibilizó su antecesora, Idoia Mendia, hasta que dejó la secretaría general- o prefiere quedarse en el partido.
En el PSE se da por segura la salida de dos de los tres consejeros que tiene ahora, la citada Mendia e Iñaki Arriola, y habrá que ver qué ocurre con el tercero, Javier Hurtado.