La campaña arqueológica que se está desarrollando en el municipio de Huércal-Overa, impulsada desde el Ayuntamiento junto al Laboratorio Memolab de la Universidad de Granada y el CSIC, confirma la existencia de un granero fortificado en el Yacimiento de Huércal La Vieja.
El alcalde, Domingo Fernández, ha señalado que tras confirmar que los restos del yacimiento pertenecen a un granero fortificado "seguimos trabajando de la mano de profesionales como José María M. Civantos, junto a este importante grupo de voluntarios que están haciendo posible estas excavaciones, para la puesta en valor de nuestro patrimonio, no sólo este yacimiento ya que tenemos también un proyecto para el Castillo de Overa".
Por su parte, el profesor titular de la Universidad de Granada (UGR) y coordinador del Laboratorio Memolab de la UGR, José María Martín Civantos, ha puntualizado que "podemos ir confirmando sin mucho temor que es un granero fortificado, lo cual hace que sea un yacimiento singular, muy particular. Es algo excepcional en la Península Ibérica por ahora. Además es un granero fortificado muy bien construido, estructurado con muchas celdas y con pasillos estrechos que se van comunicando y que se pueden ver bien en la estructuración que lo distinguen del otro granero excavado en el Valle de Ricote y lo asimila mucho a los modelos que tenemos en otras zonas del Norte de África y del Mediterráneo".
Por los restos que se han encontrado "se puede decir que la ocupación en principio sería del S.XIII, el abandono sería de finales de ese siglo. Lo que no podemos decir por ahora es cuando se funda porque no nos aparecen materiales anteriores a ese siglo", ha explicado el coordinador del Laboratorio Memolab.
Respecto a los materiales encontrados, destacan sobre todo cerámica y muchos contenedores como jarras, cantaros, algunas tinajas, y alguna cerámica de mesa, fuentes, un brasero que es una pieza muy interesante y muy cuidada. En general, elementos que están hablando es de espacios de almacenamiento, primero para garantizar la subsistencia porque aparecen frutos, pero también otros elementos que son valiosos para la familia, la vajilla, la dote de la hija. Así, según Martín Civantos, "cada una de las celdas que vamos excavando pertenecían a cada una de esas familias y se convertían en cajas fuertes".
Durante los días que faltan de las excavaciones se va a ahondar para ver cuantas celdas hay, que hablen de cuantas familias tenían esas estructuras. "Lo más normal sería pensar que es un granero fortificado colectivo que pertenece a las familias campesinas de Huércal y Overa que decidieran de manera conjunta construir este lugar. Son las dos villas las que se organizan, deciden construirlo, lo diseñan, lo construyen con morteros de yeso utilizando la misma técnica que para construir sus casas en ambas localidades. Aquí no interviene ningún otro poder ni el Estado. Nos está hablando de la capacidad que tienen las comunidades campesinas de organizarse de actuar y además de trabajar porque aquí hay un volumen construido enorme, en el que se ha movido mucho yeso y agua para poder construir. Una enorme capacidad de trabajo y de organización de esas comunidades", ha matizado el experto.
La conservación de varios de los elementos como los muros es muy buena, hay algunas con hasta 3 metros de alzado en algunos lugares lo que "permite leer muy bien como era. Siendo un potencial muy interesante para Huércal-Overa y toda la comarca porque es algo excepcional".