La organización sindical UGT propone medidas que faciliten el inicio de protocolos que, si bien son "suficientes", "no siempre llegan a activarse" por "miedo" o desconocimiento de los afectados. Es el caso de un teléfono público específico que podría servir para alertar sobre denuncias por agresión y acoso en las escuelas. Y es que para UGT, el tratamiento de la conflictividad en los centros educativos "es un asunto de vital importancia para nuestro docentes. De hecho, ya han solicitado a la Junta que implemente iniciativas que faciliten la apertura de los mismos en los casos pertinentes.
UGT cree que es "urgente" adoptar medidas ante aquellos hechos que supongan "una alteración del ambiente deseable en un centro educativo" tales como amenazas, faltas de respeto, agresiones o alteración del orden propio de un aula, ya que "son conductas intolerables que deben ser contestadas con medidas disciplinarias". "La conflictividad en las aulas no puede suponer un impedimento en el magisterio diario", apostilla el sindicato. En este sentido, además de dar respuesta a este tipo de comportamientos, el sindicato opina que dichas agresiones también "han de ser recopiladas y evaluadas por la Administración" para poder "componer un mapa real de la conflictividad actual".
De igual forma, han incidido en que los profesionales del sector educativo deben ser respetados "como cualquier otro ciudadano" si bien, además, el profesorado "tiene la consideración de autoridad en el ejercicio de sus funciones", por lo que "dignificar la labor del docente pasa por establecer líneas rojas: lo que no se permite fuera del aula, no se debe permitir dentro", han atajado desde la organización.