La regularidad y la solidez siguen lejos del día a día rojiblanco. El equipo de Garitano cuajó un muy buen partido ante el Betis, quizás el primero propio de un equipo de Primera División, aun cuando fue incapaz de hacer un gol que le hubiera dado la victoria. Pero el miércoles, en Copa, llegaba el contraste. Sin actitud y con un fondo de banquillo inexistente, el Almería fue eliminado por un equipo de Segunda RFEF como el Barbastro, que puso todo lo que los rojiblancos no pusieron en el campo... intensidad.
'Desprestigio' fue la palabra utilizada por Garitano para explicar las consecuencias de ese tropiezo intersemanal. Algo que dolió a los aficionados, más por las formas que por el fondo, porque este torneo es más un estorbo que una ayuda en un mes de enero que tiene que ser aprovechado al máximo para entrenar con todos los que vayan a incorporarse con la apertura de mercado.
Y antes de viajar al Metropolitano, el club ha vuelto a desaprovechar una semana para tranquilizar a la afición sobre el futuro de la entidad.
Como cada semana, Juan Antonio Manzano, hace balance de los últimos siete días rojiblancos.