La riqueza de la Bahía de Cádiz se evidencia en sus salinas, en sus marismas y en sus pinares. Y eso lo saben bien las miles de aves que paran todos los años en nuestra comarca para 'repostar' en su camino de ida o vuelta. La situación estratégica y los parajes naturales de la comarca la convierten en un centro neurálgico para los pájaros que quieren descansar.
Antonio Villalpando bien conoce a las aves que paran por Cádiz. Es arqueólogo e historiador pero también pertenece a la ONG 'Salarte', que lleva varios años construyendo actividades e iniciativas encaminadas para divulgar las posibilidades del entorno de la Bahía de Cádiz. Y es que las aves que paran vienen por, entre otros motivos, las marismas y salinas que pueblan esta comarca y que son ellas mismas un generador de vida. Son protectoras naturales de las zonas de cría de estas aves y también generan organismos autóctonos.