Los parques naturales de la provincia de Cádiz son un auténtico tesoro. Y el de la Bahía de Cádiz tiene características que lo hacen único: al localizarse en una zona de paso para las aves entre Doñana y el estrecho de Gibraltar, sirve de hábitat para ciertas especies singulares como el charrancito, cigüeñelas y avocetas.
Más de diez mil hectáreas comprenden este espacio natural protegido desde 1989. Se extiende por los municipios de Cádiz, San Fernando, Puerto Real, Chiclana de la Frontera y El Puerto de Santa María. Comprende marismas, playas, pinares, arenales y zonas de matorral.
De gran valor ecológico a pesar de insertarse en un espacio casi totalmente transformado por la acción humana, destaca su riqueza faunística tanto por el número de especies de peces como por su avifauna (cormoranes, gaviotas, somormujos, charranes, chorlitejos, cigüeñuelas, avocetas, fochas, ánades, garcillas, garzas, flamenco, águila pescadora).