La Guardia Civil junto con la Europol ha desarticulado la banda del "Risitas" por tráfico de cocaína en el Campo de Gibraltar. La operación apodada "Kiken" se ha saldado con 30 detenidos que se dedicaban a introducir grandes cantidades de cocaína procedentes de Sudamérica a través del Puerto de Algeciras. En las localidades gaditanas de Algeciras, San Roque y Los Barrios se han incautado más de 1000 kilos de cocaína, se han realizado 23 registros domiciliarios, se han intervenido diez vehículos, 172 000 euros en efectivo, varias armas, joyería y relojes, herramientas para cortar los contenedores marítimos y prendas de estibador portuario para camuflarse en la terminales de contenedores.
"Kiken" comenzó en septiembre de 2022, cuando los investigadores se percataron de que un grupo de camioneros, que supuestamente trabajaban para la misma empresa de transporte de mercancías en Algeciras, durante su jornada laboral podían estar accediendo a una terminal del Puerto y extrayendo cocaína oculta del interior de los contenedores. Ya en diciembre de ese mismo año se incautaron a la salida portuaria de Algeciras 500 kilos de cocaína. En esta actuación se detuvo al camionero y a otras cinco personas. Desde entonces, los investigadores han identificado y localizado al resto de miembros del grupo, que estaba dirigido por un conocido narcotraficante apodado "Risitas", detenido e ingresado en una prisión valenciana.
Modus operandi
La forma en la que actuaban era siempre la misma: dos camiones entraban al Puerto de Algeciras con sus "uniformes". Uno de los vehículos transportaba a la "colla" y cuando accedía al patio de la Terminal, abrían el contenedor para extraer las bolsas que contenían la cocaína. Después, cargaban la droga en el otro camión y luego abandonaban el puerto en el camión que venían. Durante las operaciones, en el interior del puerto había algunos "trabajadores" que controlaban cualquier movimiento policial que pudiera entorpecer las actuaciones. También se han identificado y detenido a los responsables de la distribución de la droga, que se encargaban de cortarla y dividirla para venderla y suministrarla a un nivel más bajo.
A pesar de que el líder de la organización, el "risitas" estuviera en prisión, uno de sus subalternos se desplazaba desde Algeciras hasta la cárcel de Valencia los días previos a los hechos para coordinar los detalles de las operaciones.
