La ciudad de San Fernando va a promover un cambio esencial en su movilidad con la nueva ordenanza que se llevará al próximo Pleno municipal para su aprobación inicial, una normativa que avanza en la apuesta de dar un lugar secundario a los vehículos para crear las condiciones que permitan una movilidad amable con las personas y que sea sostenible y luche contra el cambio climático. Tras el paso por la sesión plenaria se volverá a abrir otro proceso de participación antes de su aprobación definitiva. La alcaldesa isleña, Patricia Cavada, ha explicado que la nueva Ordenanza Municipal para una Movilidad Amable y Sostenible supone una apuesta trascendental que abandona el concepto que sostenía la actual normativa en vigor, que basa su desarrollo en la prevalencia del coche privado y en la ocupación del espacio público por este, para avanzar hacia un modelo en el que ya viene trabajando hace tiempo el Ayuntamiento y en el que el coche tiene un lugar secundario y es apartado hacia las vías básicas y los aparcamientos tácticos. La regidora ha resaltado que esta nueva regulación emana de las encomiendas de la Agenda Urbana y la Agenda 2030, que propician un nuevo modelo que ya aplican otros ayuntamientos más avanzados en este ámbito, como Vitoria, Valencia y Pontevedra, y en el que se invita a caminar por la ciudad, lo que es más amable e incide en la calidad de vida de las personas, al tiempo que es menos contaminante y más sostenible.
El objetivo fundamental del nuevo modelo consiste en mejorar las condiciones de habitabilidad del conjunto de la ciudadanía, tanto residentes, como visitantes y turistas, a través de potenciar estrategias de multimodalidad, entre los diferentes modos de transporte: ferrocarril, tranvía de la bahía de Cádiz, transporte interurbano, transporte urbano, aparcamientos de residentes y rotación, ejes peatonales y coexistencia con el tráfico residencial, y carriles para la bicicleta. De este modo, se pasa de un modelo que invitaba a dormir y salir a un modelo pensado para acceder y disfrutar de la ciudad, acudir a eventos, pasear la ciudad y disfrutar de la hostelería, estructurado sobre un nuevo modelo de movilidad urbana. A este respecto, Cavada ha apuntado que “las ciudades antes estaban pensadas para que los coches pudieran ir a todos los sitios, pero ahora queremos revertir la actual situación y apostamos por otro modelo que tiene un ejemplo muy práctico en San Fernando en la transformación de la calle Real, una vía se ha convertido en un espacio público lleno de personas caminando, de ciudadanía que participa actividades, eventos y donde hay espacio para las terrazas de hostelería y para el transporte sostenible con el tranvía de la Bahía”. Ese mismo concepto es el eje vertebrador de esta Ordenanza Municipal para una Movilidad Amable y Sostenible que avanza hacia el nuevo urbanismo hacia el que San Fernando quiere seguir caminando. En este sentido, la alcaldesa ha afirmado que San Fernando está ya en una fase intermedia para la aplicación de este modelo, que tendrá su culminación con la puesta en marcha de las Supermanzanas y el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
El peatón, en el centro de las políticas
La principal novedad y objetivo de la ordenanza es la nueva jerarquía de la movilidad que da prioridad al peatón y que organiza el sistema viario para el desarrollo de ejes estructurantes de desplazamiento que permiten reconducir adecuadamente el tráfico en el exterior, en diferentes ejes en anillo, que garantizan la habitabilidad y la centralidad interiores. Así, habrá ejes peatonales, áreas de especial protección, plataformas reservadas, y la principal apuesta, la Supermanzana, como nueva célula urbana que aprovechando las intersecciones entre las vías se convierte en una nueva forma de organización urbana que aporta soluciones a las principales disfunciones ligadas a la movilidad, a la vez que mejora la disponibilidad y calidad del espacio público. Las Supermanzanas se descomponen en vías primarias o básicas, vías secundarias y vías terciarias o intervías. Esas vías básicas estructuran los desplazamientos principales de la red urbana especialmente para el tráfico motorizado y distribuyen entre los diferentes accesos hacia el interior del área central de la ciudad, canalizando una parte muy importante del tráfico privado entre los diferentes sectores urbanos de la población, para evitar que el automóvil atraviese el interior de las zonas centrales. Son las que permitirán el uso del coche para residentes, carga y descarga o los servicios municipales. A la vez que, una nueva jerarquía de los medios de transporte que indica en orden descendente el nivel de preferencia vial en el uso de espacios públicos, y donde la prioridad la tiene el peatón, en especial personas con discapacidad y movilidad limitada, seguidos de bicicletas y otros medios de transporte activo, vehículos eléctricos de movilidad personal, transporte público, transporte de bienes y servicios, transporte privado motorizado (ciclomotores), transporte privado motorizado (automóviles) y otros vehículos a motor.
También es fundamental la red de estacionamientos tácticos de vehículos en superficie, públicos y gratuitos, para facilitar a los visitantes y residentes un aparcamiento fácil desde el exterior y no desde el interior, desde donde comienzan los itinerarios peatonales. Se trata de zonas señalizadas específicamente como parking públicos destinadas a estacionar en rotación a un mínimo de 80 vehículos ubicados en solares públicos o de gestión pública por el Ayuntamiento, adecuados como aparcamientos en superficie o en altura con señalética, divisiones y equipamiento específico para ofrecer un servicio de calidad. Hay que resaltar que estos aparcamientos tácticos se basan en un modelo de proximidad que se traduce en dinamización económica local, ya que estarán en un radio de 500 metros de los lugares de centralidad y, en el futuro, de todas las Supermanzanas, lo que permitirá que en 5 minutos se pueda ir andando desde el aparcamiento hasta cualquier punto al que una persona se dirija. La regulación también propone una red de ciclo-infraestructura diseñada para fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano, ofreciendo una alternativa de movilidad dentro y entre los municipios. Así, podrán circular por carriles bici, zonas 30, intervías, centro histórico, zonas y espacios de coexistencia y uso plural y por las calles de preferencia peatonal con plataformas únicas, con excepción de aquellas calles o trechos en los que el Ayuntamiento lo prohíba expresamente, o lo limite a franjas horarias por la masiva afluencia peatonal que impida o dificulte su circulación, mediante la correspondiente señalización. Solo en las vías básicas circularán preferentemente por los carriles bici especialmente segregados, mientras que las bicis (y triciclos, patines o vehículos de personas con movilidad reducida) podrán circular por el resto de vías con normalidad y serán los coches los que tendrán que adaptarse a ellos. La ordenanza también regula con todo detalle el uso del VMP (patinetes, etc.) para circulación, estacionamiento o uso comercial.
En lo que respecta al tranvía, la normativa que llegará al pleno incorpora varios artículos para la convivencia con el tranvía de la Bahía de Cádiz en lo referente a la circulación de este medio de transporte, la circulación peatonal en la zona tranviaria (que será –preferentemente- por las zonas exteriores de la plataforma tranviaria), el protocolo de actuación en la zona tranviaria o las prohibiciones.
En la normativa se incluye la regulación sobre el cambio climático, en la que por ejemplo se contemplan los puntos de recarga de vehículos eléctricos, cuyo uso se va a fomentar con la modificación de las ordenanzas fiscales para aplicarles más bonificaciones como la exención de pago de la zona azul. Esa promoción del uso del vehículo privado también alcanzará a la flota de los servicios municipales, salvo aquellos casos en los que la prestación impida su uso. El Ayuntamiento de San Fernando incluye en la normativa la apuesta por la innovación. Así, desarrollará medidas encaminadas hacia una movilidad inteligente o ‘Smart mobility’ integrada en la sociedad digital, promoviendo integrar la tecnología a la movilidad de la ciudad para hacerla más sostenible y eficiente. Desarrollará igualmente medidas que permitan emerger un ecosistema público-privado de la movilidad inteligente a través de la transferencia de conocimiento e información y a través de la estandarización e interconectividad de requerimientos, datos, procesos, servicios y soluciones. La ordenanza tampoco olvida los valores de la ciudadanía, como la protección animal, la promoción de la igualdad, el especial cuidado a las necesidades de las personas con discapacidad y la convivencia ciudadana.