El sector del metal de la Bahía de Cádiz afronta el segundo día de huelga indefinida con imágenes de tensión entre antidisturbios y trabajadores que se manifiestan en demanda de mejoras en sus condiciones laborales. Unas imágenes que están recorriendo el país y que han afectado a la propia conectividad de la capital con el corte del servicio de trenes durante la mañana de este miércoles.
La industria del metal en la comarca vive días oscuros: las salidas de la factoría de Delphi en 2007, LTK en Cádiz, y la última 'estocada' a la comarca: el desmantelamiento de Airbus Puerto Real para crear un centro único en El Puerto de Santa María sin concretar los planes alternativos prometidos para las instalaciones puertorrealeñas han terminado por desbordar los ánimos del sector de los trabajadores que viven en una incertidumbre por la continuidad de sus puestos de trabajo ante la bajada progresiva de la carga de trabajo.
Enrique y David son dos trabajadores de las empresas auxiliares del metal de la comarca de Cádiz que han secundado esta huelga. No pertenecen a ningún sindicato, como una gran parte de las personas que están protagonizando las imágenes de piquetes informativos en Cádiz. Afirman sentirse desencantados, abandonados por el Gobierno, por los propios sindicatos y critican la actitud de la patronal del metal en este conflicto laboral.
La principal amenaza que denuncian es el incremento de los precios: aseguran que el coste de vida no deja de aumentar y que los sueldos no varían. En el punto económico chocan patronal y sindicatos: la propuesta que ha elevado la FEMCA contempla una subida de los sueldos que, según los sindicatos es insuficiente ya que no refleja el aumento del IPC.
Pluses tóxicos, desigualdad salarial y "falta de apuesta por la formación de las propias empresas"
Otro de los puntos polémicos pasa por los conocidos como 'pluses tóxicos', compensaciones que se dan a los trabajadores por riesgos laborales a los que pudiera estar expuesto. Denuncia David que hay jornadas en las que se pasan "metidos en un tanque 12 horas al día" y que hay compañeros y compañeras que cobran cantidades diferentes: inclusive cifra casos de diferencias de hasta la mitad. Lo culpa al convenio que hay ahora vigente y del cual tenían esperanzas de que se pudiera corregir este concepto.
La cuestión salarial protagoniza titulares en esta huelga del metal: explica Enrique que el sueldo medio de los trabajadores del metal en Cádiz supera los 1200 euros al mes, con cuatro pagas extraordinarias prorrateadas en la mayoría de los casos. Denuncia que el acuerdo que plantea la patronal del metal propone eliminar dos de ellas, lo que el poder adquisitivo de una gran mayoría de estos empleados podría superar 200 euros al mes.
Todas estas cuestiones provocan un cóctel que envía a multitud de trabajadores de las plantas de la provincia de Cádiz al sector servicios por la falta de oferta en las industrias gaditanas o fuera de España. Unos trabajadores que, aseguran Enrique y David que están preparados y que son valorados fuera de nuestras fronteras o dentro de España como en los astilleros de Ferrol.