El proyecto de conservación y mantenimiento de la iglesia parroquial San Mateo Apóstol de Lucena ha obtenido el permiso de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Córdoba. La intervención consistirá en la impermeabilización de la cubierta invertida sobre el archivo y la planta primera en la plaza San Miguel; en la limpieza general del tejado del templo; la colocación de mallas en las esquinas de los muros que dan a la calle peatonal, con la finalidad de ahuyentar a las aves; se revisarán las idas de los tejados para evitar desprendimientos; se realizará una limpieza integral del campanario y se colocarán mallas para evitar la entrada de aves a su interior.
La iglesia de San Mateo de Lucena está declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento y está inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Se sitúa junto al Castillo, antiguo palacio, en el centro de Lucena. Es un edificio exento, que recae a la plaza Nueva, plaza de San Miguel, pasaje Cristo del Amor y calle La Villa.
El templo es de gran tamaño y consta de tres naves terminadas en la cabecera en sendas capillas cuadradas que se cubren con bóvedas de nervaduras. Tras la capilla mayor existe un pequeño ábside de planta rectangular, en el que se aloja el retablo mayor, cubierto también con bóveda de nervaduras.
Los soportes son pilares de piedra arenisca, con planta rectangular y semi columnas adosadas. Las arquerías que separan las naves tienen cinco arcos ojivales. La nave central se cubre con armadura de madera de par y nudillo con tirantes dobles. Las laterales lo hacen también con techumbre de madera, aunque a un agua. A los pies de estas se sitúan la Capilla Bautismal, cubierta por una bóveda gótica de crucería simple, y la Capilla del Cristo de Burgos, con cúpula elíptica.
La Capilla del Sagrario, que se comunica con la Iglesia a la altura del segundo tramo de la Nave de la Epístola, a través de una portada de mármoles polícromos con minuciosas labores de embutido, es una obra señera del barroco andaluz, diseñada por Leonardo Antonio de Castro y ejecutada entre 1740 y 1772.
El templo posee tres portadas: la de la Virgen, orientada al norte, la de San Miguel o del Sol, orientada al sur y la de San Mateo.