Además de fomentar la actividad física, que contribuye directamente en el sueño y en el tiempo de consumo de pantallas, Francisco Sánchez Castañeda, vicesecretario del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla y miembro del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios, explica que “existen otros múltiples beneficios relacionados con la inteligencia emocional, como el sentido de la responsabilidad, empatía y compasión, el desarrollo social, la autoestima o el aprendizaje, ya que el contacto con animales puede enriquecer el desarrollo educativo, emocional y social de los niños y las niñas, proporcionándoles experiencias de valor que contribuyen a su crecimiento integral”.
La relación entre menores y animales también acarrea ventajas para la salud y bienestar de éstos, ya que, según el facultativo, “hay algunas investigaciones, como esta de la Universidad de Gotemburgo de Suecia, que sugieren que los niños y niñas que se crían junto a mascotas en su hogar pueden tener una mayor inmunidad o menor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades como alergias, resfriados y enfermedades respiratorias o infecciones de oído”.