En Madinat al-Zahra se trabaja cada año con métodos cada vez más avanzados para preservar los revestimientos murales originales que permiten conocer la imagen exterior y cromática de la ciudad califal. Aún se conserva una pequeña proporción diseminada de los enlucidos pictóricos que revestían los edificios de Medina Azahara en la época de Abderramán III y gracias a los trabajos anuales de conservación podemos imaginar la decoración y el color que lucía esta exclusiva ciudad medieval.
La gran mayoría de las edificaciones de Madinat al-Zahra revistieron sus muros interiores y exteriores con enlucidos de mortero de cal que decoraban simulando formas arquitectónicas, que en su mayoría, se pintaban, en la parte baja, zócalos lisos de color rojo almagra y blanco para el resto de la pared. Algunos zócalos se adornaban con decoraciones de tema geométrico, vegetal, de despieces fingidos de sillares y, de manera excepcional, epigráficos.
Los vestigios de los enlucidos pictóricos que se conservan se encuentran a la intemperie expuestos de forma permanente a numerosos agentes atmosféricos y biológicos, sobre todo al agua que afecta no sólo a la apariencia superficial de las estructuras sino también a la integridad de éstas. Por ello requieren de intervenciones continuadas por parte de los técnicos del Conjunto Arqueológico y otros especialistas que actúan cada año en un marco de financiación programada.
La delegada de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristina Casanueva, ha resaltado la importancia de estos trabajos de conservación y dar a conocer el esfuerzo inversor que está haciendo la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía por conservar este exclusivo Patrimonio de la Humanidad como es el Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahara.
Diagnóstico previo y control de la intervención con métodos no destructivos
En diciembre “ha finalizado la campaña 2021 de intervención, consolidación y restauración de los revestimientos murales, que ha actuado sobre 27 revestimientos repartidos por distintos edificios del Conjunto, tanto del recorrido público (Casa de Yafar y Calle en Rampa) como de otras áreas de reserva arqueológica (Camino de Ronda Bajo) o de aperturas puntuales (Patio de Pilares)”, según ha informado la delegada.
“Como novedad, este año se ha introducido en estas campañas una partida presupuestaria para profundizar en el diagnóstico previo y control de la intervención con métodos no destructivos, tales como termografía, mapas de distribución de sales o colorimetría, con el fin de asegurar las máximas garantías de calidad en los trabajos”, ha destacado la delegada.
El diagnóstico previo permite evaluar el estado de conservación del enlucido y proponer el tipo de intervención que requiere. De forma que se aplica el tratamiento específico que necesita cada enlucido, ya sea la limpieza superficial, la aplicación de biocidas, los trabajos de consolidación, la aplicación de mortero o la reposición por desprendimientos, si es el caso.
En la antigua ciudad califal las edificaciones con enlucidos de mortero de cal cumplían una doble función. Por un lado, constituyeron un elemento de protección imprescindible de unas fábricas caracterizadas por la escasa calidad de la piedra, y por otro, los enlucidos determinaron la imagen exterior y cromática de la ciudad, y sirvieron para simular elementos y formas arquitectónicas que estaban ausentes en la arquitectura.