Profesionales sanitarios, representantes de sindicatos y del Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba han mostrado su repulsa ante la última agresión en el hospital provincial a trabajadores de la planta de infecciosos por parte del familiar de una enferma.
Los trabajadores se han concentrado ante el hospital donde han manifestado su hartazgo ante estos episodios que se han convertido, según José Damas, delegado de prevención del Complejo sanitario Reina Sofía y miembro del comité de prevención y salud del hospital, en una lacra para los profesionales de la salud. Los sanitarios exigen mejorar las medidas de seguridad y revisar los sistemas de control de accesos de familiares que han podido fallar en el último episodio. Piden también el aumento de plantilla para responder a las expectativas de los usuarios de la salud.
Los sindicatos han pedido al futuro nuevo gobierno andaluz la creación de un observatorio de agresiones en el que estén representados administración, profesionales y fuerzas de seguridad. En Córdoba se han producido desde el año 2021 1.804 agresiones. En Andalucía ocurren una media de 3,30 ataques diarios a sanitarios, que tienen lugar tanto en urgencias como en consultas y plantas hospitalización.
El último episodio ha ocurrido en la Unidad de Infecciosos del Hospital Provincial, cuando familiares de una paciente amenazaron a los sanitarios hasta el punto de que los trabajadores tuvieron que encerrarse en el control de enfermería y bloquear la puerta de entrada con cajas de sueros, ante la agresividad física y verbal de los familiares de la paciente. El personal de la planta vivió durante más de una hora una situación de pánico, por las amenazas que recibían y por los destrozos materiales que se originaron. Miembros de la Policía Local y la Policía Nacional fueron requeridos para controlar la situación.
La comisión provincial de agresiones a profesionales del Servicio Andaluz de Salud, órgano constituido por la Junta para el seguimiento y coordinación de este tipo de incidencias, se ha reunido en la tarde de ayer convocada por la Delegación Territorial de Salud y Familias . En este órgano están presentes la Policía Nacional y Guardia Civil, los responsables de las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales de los centros y el 061 y los letrados de la administración sanitaria. En la reunión se han presentado los datos de agresiones registradas este año en nuestra provincia, un total de 42 hasta la fecha. Dos han sido agresiones físicas y 40 verbales.
La Delegada de Salud y Familias, María Jesús Botella, ha reiterado que el Sistema Sanitario Público de Andalucía debe profundizar en el respeto del ejercicio de los derechos que tienen reconocidos los usuarios y de forma recíproca, es necesario exigirles el cumplimiento de sus deberes, como hacer un uso adecuado de los servicios sanitarios en ambiente de mutua cordialidad, confianza y respeto, en aras de la mejora de las relaciones entre los ciudadanos y los profesionales de la salud.
María Jesús Botella ha afirmado que no se puede justificar los actos violentos que sufre el personal sanitario en el ejercicio de su actividad.
