Más antiguo incluso que el Speyer hallado en 1.867 que se conserva en el Museo Histórico de Pfalz en Alemania.
El vino ahora descubierto por el equipo del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba en colaboración con el Ayuntamiento de Carmona, se ha conservado en una tumba romana desde el siglo I d. C.
Han pasado 2.000 años y han sido las condiciones de conservación de la sepultura las que han propiciado que el vino se haya mantenido en su estado natural, aunque eso sí, algo deteriorado en sus características esenciales.
No obstante, la investigación de los científicos ha permitido vislumbrar, según cuenta a Onda Cero el coordinador del estudio, el catedrático José Rafael Ruiz Arrebola, que el caldo podría tratarse de un vino criado en la zona de Montilla-Moriles. De lo que no hay duda es de que el vino más antiguo del mundo es andaluz.
Y esto es lo que ahora se proponen verificar los científicos de la universidad cordobesa.