Los hechos ocurrieron el 20 de junio en el transcurso de un dispositivo especial de control de personas y vehículos por carretera desarrollada en la A-48, en el término municipal de Conil de la Frontera, ha indicado la Guardia Civil en una nota.
Allí fue donde los agentes del Destacamento de Tráfico de Cádiz pararon un vehículo sin rotular donde se descubrió en su interior una carga de 855 kilos de atunes rojos que estaba transportando hacia el lugar donde iban a ser comercializados.
Tras inspeccionar minuciosamente el cargamento, los guardias civiles que los especimenes carecían de cualquier medida sanitaria y de trazabilidad, por lo que solicitan la presencia del Paprona de Chiclana que, a su vez, solicitaron la colaboración Inspección Pesquera de la Consejería de Cádiz para su transporte, servicio veterinario, mantenimiento y su posterior entrega a centros benéficos.
Dichos ejemplares de atún rojo carecían de documentación que acreditase su legal procedencia, por lo que los agentes actuantes procedieron a su intervención.
Las piezas, que arrojaron un peso total de 855 kilos, recibieron el visto bueno de aptitud para el consumo humano por parte del Colegio de Veterinarios de Cádiz, por lo que eran aptos para sus posteriores distribuciones, bajo recibo, a centros benéficos.
Los guardias civiles formularon las correspondientes denuncias la Ley 1/2002, de 4 de abril, de Ordenación, Fomento y Control de la Pesca Marítima, el Marisqueo y la Acuicultura Marina.