¿Quién al visitar Granada no ha subido a uno de los barrios que conocieron su nacimiento como ciudad hace ya más de mil años? El Albayzín reúne buena parte de los grandes atractivos que han encumbrado a esta ciudad entre las más bellas y atractivas del mundo. Sus calles y plazas han logrado parar el tiempo, una antigüedad que se refleja en sus empedrados y casas donde aún pervive un inevitable aire morisco. Y dentro de los múltiples atractivos de este barrio encontramos otra leyenda, la de los caracoles de la Plaza de Aliatar. Situado junto a la Iglesia del Salvador y al coronar la Cuesta de Gomérez, en la mencionada plaza que lleva su nombre, el Bar Aliatar cuida como nadie sus caracoles, un molusco que gracias a su esmerado arte culinario ha logrado traspasar fronteras, hasta llegar a "la mismísima NASA".