Entre el rico patrimonio del Albaicín destaca su arquitectura religiosa. Un buen ejemplo es la Iglesia de San Nicolás. Esta iglesia ubicada junto al mirador formó parte de un programa de construcción de parroquias mudéjares llevado a cabo en 1501, tras la conversión forzosa de los moriscos. Al parecer, se aprovechó el solar de una antigua mezquita musulmana. Tanta importancia tiene el patrimonio sacro en el Albaicín que la leyenda cuenta que un trozo de la cruz de Jesucristo fue encontrado tras un muro del Convento de Santa Isabel La Real.
Dame un chavico para la santa cruz, pedían los niños albaicineros
Al igual que una mezcla de culturas, el Albaicín es también una mezcla de solemnidades y alegrías. Por eso, además de patrimonio religioso pétreo, también destaca el patrimonio fugaz y más alegre del Día de la Cruz. Las cruces de flores albaicineras y las fiestas que han tenido lugar en plaza Larga en los últimos años han sido legendarias. Este día fue una tradición que se perdió durante mucho tiempo pero que finalmente regresó.
Hay otras tradiciones perdidas que no han vuelto: nos lo recuerda Marga Marín, de la Junta directiva de la Asolación Vecinal del Albaicín: “Era tradición que los niños hicieron sus cruces. Iban de paseo por los cármenes del Albaicín pidiendo un chavico para sus cruces”. Dame un chavico para la santa cruz, pedían los niños albaicineros, que llegaban incluso a hacer cruces con rosetas… con palomitas de maíz.
