Nadie será multado por entrar en la Zona de Bajas Emisiones de Granada hasta octubre, pero la ordenanza del área de movilidad que pretende reducir las emisiones contaminantes en la ciudad y cambiar la manera de desplazarse desde el área metropolitana a la capital, entra en vigor en abril.
El equipo de informativos de Onda Cero Granada ha entrevistado a la edil responsable, Ana Agudo, que explica que el retraso de la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones al 100% está justificado por el trabajo “ingente” que han tenido que llevar a cabo los funcionarios de movilidad. No obstante, en las próximas semanas ya tendremos que empezar la adaptación a esta batería de medidas que restringen la movilidad al vehículo privado. "Las señales que indican la entrada a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) estarán puestas en apenas unas semanas", asegura Agudo, al respecto de los contratos que, le recriminan desde el PSOE, tendrían que haber estado listos antes para que las indicaciones estuvieran ya colocadas. "La ZBE debería haber estado lista en junio de 2023, nos hemos encontrado con todo el trabajo por hacer", insiste la edil, consciente de que está abanderando una de las medidas más impopulares que puede aprobar un Ayuntamiento.
Hace apenas una semana la alcaldesa Marifrán Carazo anunciaba ese retraso en la aplicación de sanciones. También que se ampliaba el número de conductores que estarán exentos de cumplir con la normativa. Por ejemplo, cualquier vehículo que quiera acceder al centro podrá hacerlo siempre y cuando se aparque en un parking público durante al menos una hora, también se podrá acceder mediante declaración responsable a la ciudad si se necesita entrar por una razón justificada, así como a hospitales, a una citación judicial... Estarán exentos de cumplir las limitaciones los conductores mayores de 67 años y los que tengan una renta que no sea dos veces superior al IPREM. "Es cierto que hemos ampliado el número de conductores que podrán entrar en la zona de bajas emisiones, pero entendemos que el grueso de la medida sigue activa y va a reducir el tráfico en Granada, sobre todo de los más contaminantes que no tienen etiqueta. Damos más opciones, entendemos que debemos dar un periodo de adaptación para cambiar hábitos de manera paulatina", explica.
LOS MUNICIPIOS PROTESTAN
Un buen número de alcaldes del área metropolitana, todos en los que Gobierna el PSOE, se han quejado abiertamente de que la Zona de Bajas Emisiones que plantea el Ayuntamiento de Granada les parece injusta. Según el Ayuntamiento, el 70% de los vehículos que circulan por la capital proceden de municipios del cinturón, mientras que el 30% son de ciudadanos que viven en Granada. De ahí que se permita que los vehículos que tengan su domicilio fiscal en Granada, independientemente de si tienen o no distintivo ambiental, puedan circular por Granada. Agudo asegura además que han observado que la gente que vive en Granada, en líneas generales, apenas utiliza el vehículo para desplazarse por la ciudad. Por otro lado, tampoco podían obligar a los vecinos de la capital a deshacerse de sus vehículos o ponerles trabajas para acceder a sus domicilios, por lo tanto, entienden que tengan esa preferencia. "¿Qué están haciendo los municipios del área metropolitana por mejorar la calidad del aire?", se pregunta Agudo, que asegura que aunque estas medias son impopulares son necesarias para que la ciudadanía "respire mejor". Además, advierte que municipios como Armilla deberían tener su propia Zona de Bajas Emisiones según la ley, dado que cumplen con las dos condiciones que la ley marca como necesarias para que se impongan restricciones: más de 20.000 habitantes y niveles altos de contaminación.