El Ministerio del Interior ha detectado una serie de deficiencias de seguridad en las instalaciones del nuevo Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) de Motril (Granada) que impiden su apertura hasta que sean subsanadas. Este nuevo retraso supone incertidumbre y dar un peor trato en un punto al que llegan miles de inmigrantes al año. Las obras se llegaron a catalogar como "urgentes" en el verano del 2019.
Fue el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, quien se comprometió a que estas obras estuviesen listas en un tiempo récord. A día de hoy sus puertas siguen cerradas a pesar de que hace meses el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, asegurase que solo quedaban cuestiones mínimas pendientes de instalación, como los sistemas informáticos.
En Onda Cero el del Sindicato Unificado de Policía (SUP), César Calim, nos relata que están "sorprendidos" ante el nuevo retraso de la apertura de esta infraestructura nueva que lleva hecha desde hace dos años.
Ponen el foco en "la falta de personal para su vigilancia".
"Llevamos así 30 años con una ciudad que ha crecido mucho; antes no había ferrys, ni la actividad del puerto, ni la inmigración se había disparo como ahora", narra el secretario general del SUP también a Europa Press, quien advierte de que el catálogo de puestos de trabajo de Granada capital y Baza también están "obsoletos", de modo que falta mucho personal y es "imposible" detraer efectivos de otros sitios para dar cobertura al nuevo CATE.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ya admitió el pasado diciembre el retraso acumulado en la apertura de este nuevo centro que atribuyó a una serie de "incidencias" y "modificaciones" durante la ejecución del proyecto, confiando "en que entre "pronto" en funcionamiento, pues, según dijo, en ese momento sólo estaba pendiente de la instalación de los sistemas informáticos.