En Granada el futuro de este producto estrella se plantea incierto. La tapa no se puede perder. Así lo defiende desde la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada su presidente, Gregorio García, quien defiende la tapa como una elaboración propia con un valor añadido.
Durante el confinamiento se ha considerado mucho su viabilidad. Sin embargo, según destaca García, mientras se cumplan los requisitos sanitarios no hay razón para que se pierda algo tan característico para la provincia como la tapa.
"Es la antesala de una buena gastronomía" que nunca deja indiferente y que siempre llevará su sello granadino.