SUCESOS

La Guardia Civil desarticula un laboratorio de drogas de diseño en una nave industrial de Atarfe

La Guardia Civil ha desmantelado en Atarfe uno de los mayores laboratorios de drogas sintéticas de Granada y ha desarticulado una red criminal que operaba en la provincia. En la operación Nazarí 73 Candasu, han detenido a ocho personas y se han incautado importantes cantidades de metanfetamina, ketamina, éxtasis y otros estupefacientes, que se distribuían en latas de conserva. Además, han intervenido lingotes de oro y efectivo, con un valor superior a los 120.000 euros.

Redacción

Granada |

La Guardia Civil desarticula un laboratorio de drogas de diseño en una nave industrial de Atarfe
La Guardia Civil desarticula un laboratorio de drogas de diseño en una nave industrial de Atarfe | Guardia Civil

La Guardia Civil ha dado un duro golpe al narcotráfico en la provincia de Granada con la operación Nazarí 73 Candasu, desmantelando en Atarfe uno de los laboratorios de drogas sintéticas más importantes descubiertos hasta la fecha en la región. Durante el operativo, se ha logrado desarticular una organización criminal que elaboraba y distribuía una amplia variedad de drogas de diseño, incluyendo speed, ketamina, éxtasis, MDMA, anfetaminas, metanfetaminas, popper, setas alucinógenas y LSD.

La operación se saldó con la detención de ocho personas, quienes están siendo investigadas por un delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal. Tres de ellas ya han ingresado en prisión preventiva.

En el marco de la operación, los agentes incautaron grandes cantidades de drogas, entre ellas cuatro kilos de metanfetamina, 1,5 kilos de anfetamina, nueve litros de ketamina líquida y 1,5 kilos de MDMA en roca. Además, se hallaron 818 dosis de éxtasis y un kilo de LSD. También se confiscaron 11.000 euros en efectivo, cuatro lingotes de oro de 700 gramos y numerosas pulseras de oro valoradas en más de 120.000 euros.

La investigación comenzó tras obtener información en fiestas 'rave' de la provincia. El laboratorio estaba ubicado en una nave industrial de Atarfe, mientras que en Ambroz y Cenes de la Vega operaban dos puntos de distribución. Los residuos tóxicos que generaba la producción de estas drogas acababan en el alcantarillado, lo que suponía un grave riesgo para el medio ambiente y la población.