La pandemia agrava la situación de miles de familias sin ingresos
Hemos conocido el informe que elabora cada año Cáritas. Memoria anual que revela que cerca de 7.000 personas han tenido que recurrir a la Diócesis de Granada. Con un dato: cuatro de cada diez personas atendidas no disponen de ingresos.
Los perfiles de los demandantes son familias con hijos menores, sin recursos económicos. El 60% de las personas que estaban en condiciones de trabajar se encontraban desempleadas y un 15% desempeñando un trabajo normalizado o de economía sumergida.
Así lo han dado a conocer en una comparecencia informativa este miércoles el delegado episcopal de Cáritas, Alfonso Marín, y la directora de la organización, Luisa María Maeso, quienes han presentado la memoria de actividades de 2019.
Con una partida de más de 800.000 euros, el programa de acogida y atención primaria garantizó los derechos básicos de 5.160 personas, con un total de 41.600 respuestas en alimentación, vivienda, sanidad y educación, un cuatro por ciento más que en 2018. Cabe destacar que de cada euro invertido en ayudas de emergencia, 43 céntimos son para ayudas de alimentación y 34 para vivienda y consumos.
En el caso de las ayudas económicas a vivienda, las moratorias del pago de hipotecas o el acceso a préstamos para alquileres y suministros básicos han provocado "un marcado descenso del número de ayudas en este periodo".
Tal y como ha señalado Maeso, "una vez finalizado el estado de alarma esta moratoria conllevará que las familias, deban hacer frente durante varios meses a más del doble de gastos".
"Esta crisis nos sitúa aún más cerca de una posible emergencia habitacional, ya que más del 70% de las personas atendidas viven de alquiler", ha agregado la directora. De hecho, los datos de 2019 reflejan un incremento en el número de personas que se han visto obligadas a optar por el régimen de realquiler como medida para "reducir costes así como el aumento de alojamientos compartidos en detrimento de la vivienda individual".
Según muestran las solicitudes de ayuda de estos últimos meses, los perfiles de los demandantes son familias con hijos menores, sin recursos económicos, cuyo sustentador principal dispone de un trabajo eventual, precarizado o marginal y que a causa del estado de alarma han dejado de percibir ingresos.
Se trata de hogares con serias dificultades de acceso al mercado laboral. De hecho, los datos de 2019, muestran cómo el 60% de las personas que estaban en condiciones de trabajar se encontraban desempleadas y un 15% desempeñando un trabajo normalizado o de economía sumergida.
Cáritas ha señalado que el impacto del covid ha provocado una notable pérdida de empleos, formales o informales, que ha puesto "en serias dificultades económicas a un gran número de hogares". En este sentido, una de las situaciones más preocupantes es la de las familias sin ingresos, que ya en 2019 suponían el 43% de las personas atendidas por esta organización de la Iglesia.