Según sus declaraciones en Onda Cero, la empresa concesionaria del servicio de limpieza obliga a sus empleadas mujeres a lavar sus uniformes en casa. A los compañeros hombres sí les lavan los trajes al ser un número menor en comparación con ellas. Como consecuencia de ello, más de una quincena de compañeras han resultado contagiadas.
Inmaculada Santiago nos relata que ni siquiera la propia empresa les suministra a las limpiadoras mascarillas para protegerse en los hospitales. Solo a aquellas que ya presenten patologías previas.