Una dotación policial que operaba en la zona Norte se percató de la presencia de este hombre en torno a las dos de la madrugada y de que llevaba al hombro un objeto, el cual desde lejos, se asemejaba a una ballesta. Los agentes se aproximaron hasta su posición para comprobar qué era lo que llevaba encima e identificarlo.
En ese momento le solicitaron la entrega del artefacto y comprobaron que se trataba de un arma de fuego de fabricación casera. Estaba compuesta a partir de dos tubos metálicos a modo de cañones colocados de forma paralela, ambos de unos 60 centímetros de longitud y en su interior había dos cartuchos del calibre 12 sin detonar.
El portador del arma manifestó que la había fabricado él mismo, tras lo que fue detenido y puesto a disposición judicial por un delito de tenencia ilícita de armas.