Los edificios de céntricas calles como Ganivet, Moras y las plazas del Campillo y Mariana Pineda se han vestido de blanco desde viernes y hasta el próximo 12 de octubre para simbolizar todas las noches que muchos vecinos de la zona padecen "en blanco" sin posibilidad de descanso ante la que "pasividad absoluta" del Ayuntamiento.
El abogado Juan Luis Aguilera Castilla, que representa a las comunidades de propietarios afectadas y que suman a más de 3.000 vecinos, ha denunciado que el Consistorio "con su inacción" esté permitiendo un incumplimiento "descarado" de la normativa vigente en materia de ruidos, ocupación de vía pública o aforos.
"Ni siquiera se tramitan las numerosas denuncias presentadas y, por contra, se conceden continuamente licencias para locales con música", ha expuesto a Efe el letrado, que espera que la administración pueda declarar este entorno como "zona acústicamente saturada".
Esta declaración contribuiría a limitar la concesión de nuevas licencias de hostelería con música, a regular los horarios y las terrazas de manera más restrictiva, y que las licencias existentes se fiscalicen y controlen, ha explicado Aguilera Castilla, que ha añadido que se trata de una reivindicación desde hace muchos años.
A lo largo del puente festivo por el 12 de octubre que comienza este viernes, los vecinos unirán también a su protesta una cacerolada de cinco minutos que pretende resonar al filo de cada medianoche a pesar del "ruido caótico de un ocio desbocado, mal entendido y sin control".
El objetivo es sensibilizar por fin al Ayuntamiento y al resto de autoridades competentes de un problema que sufren desde hace aproximadamente diez años.
Además, han animado a todos los que quieran unirse desde cualquier rincón de la ciudad a esta particular "Noche en Blanco" a que tiendan solidariamente en sus ventanas sábanas blancas a favor de una ciudad donde el ocio y el descanso puedan convivir "sin el sufrimiento de muchos de sus vecinos".
Mar Meseguer, portavoz de los vecinos, ha recordado que algunos de los edificios afectados por estos excesos de la hostelería en la zona pagan "el IBI más caro de la ciudad" y, a pesar de eso, son "ignorados" en sus reivindicaciones ante el Ayuntamiento.
"Cada noche nos encontramos con música a todo volumen, gritos, botellas y molestias de todo tipo. En algunos casos no podemos ni salir de los portales y las ambulancias han tenido dificultades para llegar", ha indicado esta vecina, quien cree que la situación "se ha ido de las manos" y ha derivado "en un desmadre" especialmente desde el final de algunas restricciones.
Aunque esta portavoz entiende que, antes del final del estado alarma, hubiera podido favorecerse a la hostelería por haber sido uno de los sectores más golpeados, ha recordado que los vecinos también tienen obligaciones laborales y derecho al descanso.
Por su parte, el PP ha mostrado este viernes su respaldo a los vecinos de Ganivet constituidos en plataforma para luchar contra los botellones y los ruidos, mientras que la concejala de Protección Ciudadana, Raquel Ruz, ha asegurado en rueda de prensa que el equipo de Gobierno local ha asumido su responsabilidad en la vigilancia y el control de este fenómeno.
En el caso de la terrazas, la edil ha recordado que está previsto que se actúe en aquellas terrazas que se encuentran situadas "ilegalmente" o que han sido ampliadas en exceso en el entorno de las céntricas calles Ganivet y Moras.
PUENTE DE LLENO ABSOLUTO
El día fuerte fue el sábado. No obstante, hoy también se cuelga el cartel de lleno. La capital lidera las visitas. Mientras tanto, la capital lidera visitas y roza el 90 por ciento de ocupación hotelera. La provincia cuenta con una previsión de ocupación hotelera del 80 por ciento. En los puntos calientes, refuerzo policial con más de 500 agentes. Albaicín y zona centro, entre otros. Si bien es cierto, por el momento no se están repitiendo imágenes como las vividas en otras ciudades en cuanto a macrobotellones. Pero sí el problema de los microbotellones.
