Todo arranca con la denuncia de los propios trabajadores a la nueva dirección de la estación de esquí tras el cambio de Gobierno en la Junta de Andalucía.
Apuntan a cómo supuestamente adjudicatarias y Obra Pública pagaban vacaciones a altos cargos de la estación de esquí y cómo incluso acometían reformas en sus viviendas.
Ante las sospechas, el nuevo director de Sierra Nevada encargó diferentes auditorías, en alguna de ellas se apunta a faseos completos de obra, incumpliendo la ley de contratos públicos, a sobrecostes, a la imposibilidad de cuantificar otras ejecuciones y a otras anomalías en la tramitación de contratos públicos.