Los ayuntamientos han mostrado su malestar por desconocer el protocolo de actuación al no estar aún publicado a poco mas de dos días de entrar en fase 2. Además los consistorios costeros se quejan de no disponer ni de medios materiales, ni humanos, ni económicos, al margen de no haber implementado los planes de playas con socorristas, duchas, equipamientos, pasarelas o limpieza y desinfección, los cuales suelen estar operativos a mediados de junio.
Ante esta situación la mayoría de los ayuntamientos costeros, como Almonte, Punta Umbría, Isla Cristina o Ayamonte, han decidido mantener la bandera roja en sus playas prohibiendo el baño. Por su parte Lepe ni permitirá, ni prohibirá el baño. Palos de la Frontera y Cartaya trabajan para tenerlo todo apunto, pero no permitirá el baño hasta que no haya una orden ministerial que así lo determine.
Mientras tanto los ciudadanos tienen opiniones para todos los gustos. Desde los que opinan que la responsabilidad de la distancia social de seguridad debe ser algo que se debe educar, a quien piensa que es necesaria la apertura de las playa para revitalizar el turismo o los que consideran que deberían abrir con todas las medidas a mediados de junio, sin prisas.