Y ojo porque toca seguir trabajando en esta materia: hemos avanzado mucho en la prevención, recogida e investigación de los delitos de odio. Pero aún seguimos siendo víctimas de violencia hacia las personas LGTBIQ+. A día de hoy y según la Oficina Nacional de lucha contra los delitos de odio, en 2019 se recogieron 1.706 casos, reflejando un aumento del 6´8 por ciento desde 2018, de los cuales 278 son por razones de orientación sexual o identidad de género. No olvidemos el sesgo de datos debido a los hechos que no se denuncian.
Las personas LGTBIQA+ sufren más discriminación y tienen pocas herramientas para combatirla. El 44% de las personas ocultan su orientación sexual o identidad de género para encontrar trabajo. Un 40% de los trabajadores y trabajadoras LGTBIQA+ han sufrido algún tipo de violencia verbal en el trabajo y el 75% de las personas consultadas reconoce haber presenciado algún tipo de agresión verbal hacia lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales en el trabajo. Las personas trans sufren una tasa de desempleo del doble en relación con el conjunto de la muestra, 67,27% con empleo y el 40% de ellas aseguran haber sido rechazadas en entrevistas por prejuicios hacia a su identidad de género.