El Museo de la Imaginación es un espacio donde sacar nuestro niño interior y sumergirse en el mundo de las ilusiones. Los adultos pueden sentirse como niños, los niños se reencarnarán en personajes de cuentos de hadas, y los visitantes más jóvenes siempre podrán divertirse en una sala infantil especialmente equipada bajo la supervisión de personal que estará pendiente de ellos.
Este espacio es interactivo. En este sentido, se configura más que como una exposición, como una experiencia en la que adentrarse, tanto pequeños como mayores, a través de ilusiones visuales, música más allá de los oídos, un interesante juego de luces y sombras desde el barrio del Soho.