Los 25 coches de caballos dejarán de prestar servicio a lo largo del año según anunció el alcalde, Francisco de la Torre, en el transcurso del debate de la ciudad. El argumento esgrimido para el cese de la actividad de este atractivo turístico es “el bienestar de los animales y la imagen que ofrece la ciudad al mundo”.
Tiempo atrás, distintas formaciones políticas abogaron por la desaparición de los coches de caballos, así como colectivos animalistas debido a las “condiciones de estrés y el calor” que padecen los animales.
El Ayuntamiento mantiene reuniones con los propietarios de las licencias para acordar una indemnización, ya que la vigencia de las mismas no expira hasta el año 2035.
Paula, propietaria de cuatro caballos y que continúa con la tradición familiar, es cochera desde hace un año y nos manifiesta su disconformidad con la decisión del consistorio, mientras que Cristina García, vicepresidenta del Partido Animalista (PACMA), aplaude la decisión además de pedir que se lleve a cabo en otro Ayuntamiento como el de Sevilla. Sin embargo, hemos escuchado en la calle la opinión de malagueños y visitantes que no se alegran de esta medida al considerar que los coches de caballos son una "tradición histórica de la ciudad", y apuestan por la búsqueda de medidas que favorezcan el bienestar de los caballos mientras realizan su labor.