Desde la Cámara de Comercio, sostienen que las nuevas restricciones provocarán un aumento importante de los ERTE y el cierre definitivo de muchas empresas que estaban esperando una mejoría durante el mes de febrero. Por ello, piden a la Junta de Andalucía que revise los datos de forma semanal para que el daño económico sea el menor posible. Los comerciantes del centro histórico, uno de los colectivos más golpeados en estos meses ya que la afluencia a esa zona bajó notablemente hace casi un año, asumen con resignación el nuevo golpe.
Para tratar de rebatir las objeciones tradicionales por parte de los sindicatos, entre otros, respecto a la incidencia que una mayor apertura tendrá sobre los pequeños negocios, el Ayuntamiento de Málaga reitera que la crisis sanitaria se deja notar por igual sobre las grandes superficies y los negocios más pequeños y que es precisamente ahora cuando hay que apostar por “abrir la mano” para permitir un desahogo económico al comercio. Eso obviamente teniendo oportunidad para las apertura, porque recordemos que, en el caso de Málaga capital, ayer a las seis de la tarde, el comercio bajó la persiana y no podrá abrirla hasta dentro de catorce días.