En 1990, la finca fue adquirida por el Ayuntamiento de Málaga por 600 millones de pesetas). Tras algunas obras de infraestructura y adecuación, fue abierta al público en 1994 con dos fines principales: conservar y mejorar el jardín histórico, y constituir en el resto un jardín botánico donde las colecciones de plantas tengan fines didácticos y científicos. En 1943 el jardín fue declarado oficialmente jardín histórico artístico, considerado actualmente Bien de Interés Cultural (BIC).