Un estudio pionero revela cómo el estrés y el consumo de alcohol durante la adolescencia pueden provocar cambios duraderos en regiones del cerebro relacionadas con las emociones, encontrando diferencias según el sexo biológico. Los autores de este estudio pertenecen al Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA-Plataforma BIONAND) y forman parte de la Red de Investigación en Atención Primaria de Adicciones (RIAPAD) y del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV). Publicado en la prestigiosa revista Biology of Sex Differences, el estudio proporciona nuevas claves para comprender por qué algunas personas son más vulnerables a trastornos como ansiedad, depresión o adicciones en la adultez, lo que podría llevar al desarrollo de estrategias de prevención y terapias personalizadas.