El jardín se ubica en un espacio que se encontraba en deshuso, y que tras un derribo y su posterior empleo como zona de aparcamientos, terminó por ser cedido por el Ayuntamiento de Málaga a un grupo de vecinos de la zona, interesados en participar en una iniciativa de rehabilitación del espacio, a modo de huerto urbano y, ante todo, de jardín de uso público, al que dedican buena parte de su tiempo. Por un montante económico de sólo 24 euros anuales, los en torno a 80 socios del colectivo organizan talleres, ponen en práctica sus conocimientos en la materia y han logrado crear un "punto de encuentro" que "ayuda a muchos mayores y personas que están solas, que quieren conocer a gente y tener una actividad", tal como destacó la presidenta de la Asociación, Isabel Rodríguez.